LAGUNA DE NEGRILLOS
Laguna renovó su promesa
Laguna de
Negrillos cumplió la promesa de celebrar Santa Cruz en la ermita. Tal como
cuenta la tradición la promesa fue hecha por el pueblo al recibir una herencia
de las tierras limítrofes con Algadefe. De no cumplirse, los terrenos pasarían
al municipio vecino. La historia no es más que pura leyenda, no hay documentos
que lo verifiquen; pero -por si acaso- los laguneses lo celebran con mucho
sentimiento y respeto que cuenta la tradición oral.
![[Img #3135]](upload/img/periodico/img_3135.jpg)
El día
acompañó ayer la jornada campestre que comenzó temprano con el traslado de la
imagen de Santa Marina o Santa Marinica a la ermita de Santa Cruz. Parte del
recorrido –hasta las afueras del pueblo- se realiza andando, el resto en coche.
Los actos religiosos continúan al mediodía con la celebración de la eucaristía
en la que no faltan las palabras del alcalde, Ángel Valencia. En la ermita no
entra nadie más, algunos esperan fuera que la misa acabe. Al finalizar todo el
pueblo disfruta de las viandas y del vino español ofrecido por el Ayuntamiento
amenizado todo por la música de una disco móvil. Después es hora de disfrutar
de amigos y familiares que se unen en corrillos bajo la arboleda cercana.
La
jornada finaliza con la bendición de los campos al atardecer. Después, la
imagen de Santa Marina y los romeros regresan a la localidad con la promesa de
regresar el próximo Santa Cruz.
Laguna de Negrillos cumplió la promesa de celebrar Santa Cruz en la ermita. Tal como cuenta la tradición la promesa fue hecha por el pueblo al recibir una herencia de las tierras limítrofes con Algadefe. De no cumplirse, los terrenos pasarían al municipio vecino. La historia no es más que pura leyenda, no hay documentos que lo verifiquen; pero -por si acaso- los laguneses lo celebran con mucho sentimiento y respeto que cuenta la tradición oral.
![[Img #3135]](upload/img/periodico/img_3135.jpg)
El día
acompañó ayer la jornada campestre que comenzó temprano con el traslado de la
imagen de Santa Marina o Santa Marinica a la ermita de Santa Cruz. Parte del
recorrido –hasta las afueras del pueblo- se realiza andando, el resto en coche.
Los actos religiosos continúan al mediodía con la celebración de la eucaristía
en la que no faltan las palabras del alcalde, Ángel Valencia. En la ermita no
entra nadie más, algunos esperan fuera que la misa acabe. Al finalizar todo el
pueblo disfruta de las viandas y del vino español ofrecido por el Ayuntamiento
amenizado todo por la música de una disco móvil. Después es hora de disfrutar
de amigos y familiares que se unen en corrillos bajo la arboleda cercana.
La jornada finaliza con la bendición de los campos al atardecer. Después, la imagen de Santa Marina y los romeros regresan a la localidad con la promesa de regresar el próximo Santa Cruz.
































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