Aquellos maravillosos enseres

Hay objetos que van más allá de lo material y son capaces de contar historias, traer viejos recuerdos a la memoria y ser la clara demostración de la evolución de nuestra sociedad. Más de 250 elementos llenos de historia han compuesto este fin de semana una extraordinaria muestra etnográfica en Cimanes de la Vega. Un viaje al pasado, a las viviendas de antes, ha sido la experiencia ofrecida por la asociación Villagonta de Cimanes de la Vega que ha celebrado durante este fin de semana su segunda muestra etnográfica dedicada en esta ocasión a los utensilios del hogar. Los vecinos de la localidad han sacado de sus desvanes objetos y elementos utilizados por sus antepasados en su día a día.

Más de 250 artículos compusieron esta interesanta muestra que transformó el pabellón deportivo en un auténtico museo etnográfico. Algunos curiosos -como una extraña silla que lleva incorporados los soportes para las velas-, otros ya inimaginables -como calientacamas de madera-, y algunos bastante avanzados a su época -una cama de forja plegable-. Otros, simplemente no se comprende su sentido -como una tinaja con soporte en su boca-

Elementos todos con historias propias. Es fácil imaginarlas, como aquel rizador de pelo que sacó los tirabuzones a una coqueta moza para la cita en la fuente con su pretendiente o esa cuna en la que se mecieron los sueños de varias generaciones de jóvenes. Otros aún mantienen la historia oral de los descendientes de aquellos quienes los usaron.

Villagonta es la demostración palpable de la lucha por mantener viva la historia y el patrimonio de los pueblos. La labor de esta asociación en Cimanes de la Vega es encomiable. El año pasado realizaron su primera exposición etnográfica que resultó ser todo un éxito gracias a la activa colaboración de los vecinos que no dudaron en compartir sus recuerdos a través de aquellos objetos guardados casi en el olvido. De nuevo, esta vez la iniciativa ha resultado todo un éxito y los enseres de abuelos y antepasados fueron rescatados para disfrutar por unas horas de la gloria de ser admirados y recordados.