El Seminario acoge la presentación del libro de Memorias del padre agustino Ignacio Castellanos

El libro 'Memorias: 50 años de experiencia de un agustino leonés' y su autor, padre agustino Ignacio Castellanos Calzadilla, serán los protagonistas del acto que acogerá hoy lunes día 22 a partir de las 13:45 horas en el Salón de Actos del Seminario Mayor.

En este libro el padre agustino Ignacio Castellanos hace balance, coincidiendo con la celebración de sus bodas de oro sacerdotales, de su trayectoria desde que en el año 1965 recibieran la ordenación presbiteral. Este religioso, en la actualidad vicario parroquial de Valencia de Don Juan y administrador de las parroquias de Matadeón de los Oteros, San Pedro de los Oteros, Fontanil de los Oteros y Santa María de los Oteros, nació en el año 1939 en Castrotierra de Valmadrigal y muy joven ingresó en el Colegio Seminario de Valencia de Don Juan de los PP. Agustinos. De allí partió para completar su formación en el colegio de Bacerril de Campos (Palencia) y en Valladolid, donde obtiene la licenciatura en Filosofía y donde el 15 de agosto del año 1965 en el Colegio de las Hermanas Agustinas recibe su ordenación presbiteral.

El padre Ignacio Castellanos se dirige entonces a su primer destino en Zaragoza, donde trabaja entre los años 1965 a 1968 y, tras un breve regreso a Valencia de Don Juan, parte con destino a Colombia en noviembre de 1970, país en el que permanece en misión hasta el año 1976 y donde, según asegura en este libro de Memorias, “pasé los seis mejores años de mi vida religioso-sacerdotal”. Ya de vuelta en España retorna al Seminario de Valencia de Don Juan y desde los años 80 entra a formar parte del equipo parroquial del Arciprestazgo Bajo Esla, donde sigue desenvolviendo su actividad pastoral.

En el libro 'Memorias: 50 años de experiencia de un agustino leonés', publicado por Ediciones Montecasino, el padre Ignacio Castellanos ofrece a lo largo de  30 capítulos y 253 páginas pensamientos sobre temas de actualidad y recopila recuerdos y experiencias, para concluir con un glosario para la reflexión y un agradecimiento “a Dios y a todas las personas con quienes he viajado, y por llegar a mis bodas de oro sacerdotales”.