Es tiempo de 'sembrar energía'

En los años sesenta causó una gran sorpresa el anuncio de perforaciones con el fin de explotar yacimientos petrolíferos en la Vega del Esla. La prensa nacional hizo eco de la noticia afirmando que se generó  “una psicosis petrolera, dada la posibilidad de que aparezca oro negro en esta tierra de ilimitados recursos” (El País 13/04/1966). Una vez desestimada tal opción, y en un contexto de crisis energética a escala mundial, España como otros países, apostó por la energía nuclear. Así pues en 1975 en el término municipal de Valencia de Don Juan se proyectó la construcción de la central nuclear Páramo. La oposición fue multitudinaria y es aún recordada por los lugareños.  Ambos proyectos son abandonados, uno por motivos de rentabilidad, el otro por la oposición social. Ya más cercanos en el tiempo destacamos el proyecto de Ceranor, de producción de materiales cerámicos y al que va firmemente ligada la idea de la cogeneración eléctrica.

En el año 2011 los dos equipos de cogeneración instalados por Ceranor en Valencia de Don Juan cedieron a la red eléctrica 143.971 MWh. Ello equivale a la electricidad generada por 50 aerogeneradores (de 2MW funcionando 1430 horas al año). El siguiente proyecto de generación eléctrica está vinculado al recurso eólico, ubicado en el término municipal de Valderas y cercano al de Campazas. Se trata de dos parques eólicos con una potencia eléctrica prevista de 66 MW distribuidos en 22 aerogeneradores. Trascurridos ya dos años desde la solicitud de autorización administrativa de los dos parques eólicos, entendemos que el proyecto ha sido desestimado. Por lo tanto, los proyectos energéticos han suscitado diversas reacciones en la población, de quimera ante un “Texas leonés”, de cólera frente a la energía nuclear, o de indiferencia  ante el desarrollo eólico.

Biomasa, el nuevo horizonte energético
Los avances técnicos en materia energética y la apuesta política a escala regional, han augurado un futuro prometedor en cada período –nuclear, cogeneración, eólica, etc.- siendo el de la biomasa el que mayor potencial presenta en la actualidad en nuestra comarca. El principal proyecto es el de la planta de Benamariel que aparte de generar electricidad, producirá pellets -pequeñas unidades de serrín comprimido utilizadas como combustible-. Otros proyectos preveían la instalación de plantas de biomasa en Valencia de Don Juan, Mansilla de las Mulas, Villaturiel u Onzonilla y cuya situación no está del todo definida.  El Páramo se dispone como principal protagonista, pues presenta el mayor potencial de Castilla y León en la producción de biomasa a partir de residuos de origen agrícola. En función de las propiedades del suelo, la Vega del Esla, Los Oteros y Tierra de Campos presentan también un potencial elevado, pero orientado más hacia cultivos energéticos como el chopo (turnos de corta de 3-4 años), colza, cardo, etc,

El sector de la biomasa ha de ser afrontado como una alternativa energética, pudiendo ser transformada: en calor, en electricidad o en combustibles. Pero a su vez se trata de una alternativa en la actividad agraria y una nueva forma de evaluar la actividad energética, apostando a largo plazo por aquellos recursos energéticos que se obtienen del propio espacio en el que los consumimos.

¿Serán los residuos de origen agrícola y los cultivos energéticos los que protagonizarán un nuevo panorama energético en el Sur de León?. ¿Logrará la biomasa poner en producción los amplios eriales que se extienden por nuestro campo?.

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Daniel Herrero es licenciado en Geografía