El joven Guardia Civil de Grulleros con el que acabó ETA

La mañana del 1 de diciembre de 2007, los guardias civiles Fernando Trapero de 23 años y el leonés Raúl Centeno de 24 años entraron una cafetería de un centro comercial de la localidad francesa de Capbreton . En la mesa de al lado desayunaban tres terroristas de ETA que sospecharon que eran policías.

Cuando los guardias civiles salieron del establecimiento los etarras les siguieron, dos etarras los encañonaron y, otro buscó la identificación de los agentes, al confirmar que eran guardias civiles, dispararon en la nuca de los jóvenes guardias civiles.

Raúl Centeno murió en el acto, mientras que Fernando Trapero falleció cuatro días después en un hospital de Bayona debido a las heridas graves sufridas.

Los jóvenes, formaban parte del Grupo Operativo de Apoyo (GAO) de la Unidad de Información y se dedicaba a la lucha contra ETA.  Ellos fueron las víctimas del que se considera el primer atentado mortal de ETA en Francia.

Los terroristas de ETA Mikel Carrera Sarobe ("Ata"), Saioa Sánchez e Iñigo Bengoa fueron detenidos posteriormente y condenados por estos asesinatos, con cadena perpetua para Carrera Sarobe.

Cada año se realizan actos conmemorativos para mantener viva su memoria, la dignidad y la justicia para todas las víctimas del terrorismo.  La localidad leonesa de Grulleros, pueblo del padre de Raúl Centeno y también Guardia Civil luce un monolito en recuerdo por todos  los que lucharon en contra de la violencia y el terrorismo, siendo 31 las víctimas leonesas por ETA comenzando por el asesinato en 1974 de Manuel Llanos de Villablino camarero en Madrid  hasta Raúl Centeno el 1 de diciembre de 2007.