Cannabis para el dolor lumbar: Avances clínicos con un lado vulnerable
El dolor lumbar crónico es la causa más frecuente de dolor persistente en España.
![[Img #102514]](https://leonsurdigital.com/upload/images/10_2025/2456_diseno-sin-titulo-12.png)
Según el Barómetro del dolor crónico asociado a la lumbalgia publicado en 2024, un 15% de la población adulta lo padece de manera continuada, afectando a su calidad de vida y limitando su capacidad laboral. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud lo señala como la primera causa de discapacidad y pérdidas económicas vinculadas a la salud.
El abordaje actual del dolor lumbar crónico suele incluir fisioterapia y ejercicio físico, medidas que resultan útiles para parte de los pacientes, pero insuficientes en muchos casos. En este escenario, los expertos coinciden en la necesidad urgente de nuevas alternativas terapéuticas que combinen eficacia, seguridad y un perfil de dependencia bajo.
Un nuevo avance desde Alemania
En este contexto, la compañía biofarmacéutica alemana Vertanical ha presentado los resultados de un ensayo clínico de fase 3 con 820 pacientes que muestra la eficacia de su nuevo compuesto, denominado provisionalmente VER-01, en la reducción del dolor lumbar crónico.
El medicamento, basado en extractos de Cannabis sativa y desarrollado bajo estrictos estándares de calidad farmacéutica, ha demostrado un alivio clínicamente significativo del dolor y mejoras en la calidad de vida de los pacientes, lo que abre la puerta a una posible aprobación en la Unión Europea en los próximos años.
Según los datos publicados en Nature Medicine, los participantes tratados con VER-01 experimentaron una reducción media del dolor de 1,9 puntos en una escala de 0 a 10 a las 12 semanas, frente a los 0,6 puntos del grupo placebo. Tras nueve meses de tratamiento, la reducción alcanzó una media de 2,9 puntos, con mejoras adicionales en la función física y el sueño. Los investigadores destacan que el fármaco se toleró de manera aceptable, con efectos secundarios leves en su mayoría, aunque advierten de la necesidad de continuar evaluando su perfil de seguridad a largo plazo, dado que al tratarse de un derivado del cannabis no puede descartarse riesgo de dependencia.
Matthias Karst, director de la clínica del dolor en la Escuela de Medicina de Hannover y autor principal del estudio, explicó que la compañía ya ha iniciado los trámites para la autorización de comercialización en varios países europeos, que “se espera en 2026”. Para Karst, esto supondría “un avance significativo en la atención a millones de pacientes con dolor lumbar crónico que hoy no cuentan con un tratamiento farmacológico realmente eficaz y seguro”.
Contexto: un problema de salud pública de primer orden
La lumbalgia crónica representa la causa más frecuente de dolor crónico en España, de acuerdo con el Barómetro del dolor crónico asociado a la lumbalgia publicado en 2024 por la Fundación Grünenthal y avalado por la Liga Reumatológica Española. Este informe estima que un 15% de la población adulta española sufre dolor lumbar persistente, lo que impacta de manera directa en la calidad de vida y en la capacidad laboral. A escala global, la lumbalgia es la primera causa de discapacidad y pérdidas económicas relacionadas con la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la actualidad, se emplea la fisioterapia y el ejercicio físico como medidas para abordar el dolor lumbar crónico. Estas técnicas tienen gran impacto en parte de los pacientes. Sin embargo, hay otros a los que no le resultan tan beneficiosas. Ante esta situación, los expertos reclaman que es necesario la implantación de nuevas medidas terapéuticas, con urgencia, que combinen eficacia, seguridad y un perfil de dependencia bajo.
Perfil de seguridad y posibles riesgos
El fármaco se compone de una formulación estandarizada a partir de una única variedad patentada de Cannabis sativa (cepa DKJ127). Cada dosis oral contiene 2,5 mg de THC, 0,1 mg de cannabigerol y 0,02 mg de cannabidiol, además de flavonoides y otros compuestos bioactivos. Esta composición controlada, obtenida bajo buenas prácticas de fabricación, garantiza estabilidad y reproducibilidad en cada cápsula, un aspecto clave frente a la variabilidad de los preparados artesanales de cannabis.
Los efectos secundarios más comunes fueron mareos, náuseas y cefaleas, presentes sobre todo en las primeras semanas de tratamiento. Un 17% de los participantes interrumpió el uso de VER-01 en este periodo debido a la intolerancia a los efectos adversos. Sin embargo, entre los pacientes que continuaron, los síntomas tendieron a disminuir con el tiempo, mientras el efecto analgésico se consolidaba.
Uno de los aspectos más relevantes del ensayo fue la evaluación del potencial de dependencia. En la fase final, un grupo de pacientes pasó de recibir VER-01 a placebo, sin que se detectaran síntomas claros de abstinencia. No obstante, los investigadores advierten que, dado el origen cannabinoide del fármaco, no puede descartarse totalmente el riesgo de dependencia con un uso prolongado, por lo que será necesario un seguimiento clínico estrecho en la práctica médica habitual.
Los expertos de adicciones hacen hincapié en este punto. Como explica José Manuel Zaldúa, psicólogo y socio fundador Esvidas: “Aunque los datos preliminares son alentadores, no debemos olvidar que hablamos de un derivado del cannabis. La evidencia aún no permite descartar completamente el riesgo de adicción, por lo que la prudencia es clave en esta etapa inicial”.
Prudencia en la innovación
La presentación de VER-01 marca un hito en la investigación sobre terapias basadas en cannabis, al ofrecer evidencia sólida de eficacia frente al dolor lumbar crónico, uno de los problemas de salud más extendidos y costosos en Europa.
Aunque su perfil de seguridad parece favorable y no se han observado signos inmediatos de adicción en los ensayos, los expertos insisten en la necesidad de mantener la prudencia y de acompañar su uso de una estricta supervisión médica.
Como subraya el Dr. Antonio Peña, medico de adicciones en Esvidas: “Estamos ante un avance relevante que puede mejorar la vida de millones de pacientes, pero la innovación farmacológica siempre exige cautela: necesitamos tiempo, seguimiento y datos en condiciones reales para confirmar el valor de este medicamento en la práctica clínica diaria”.
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Según el Barómetro del dolor crónico asociado a la lumbalgia publicado en 2024, un 15% de la población adulta lo padece de manera continuada, afectando a su calidad de vida y limitando su capacidad laboral. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud lo señala como la primera causa de discapacidad y pérdidas económicas vinculadas a la salud.
El abordaje actual del dolor lumbar crónico suele incluir fisioterapia y ejercicio físico, medidas que resultan útiles para parte de los pacientes, pero insuficientes en muchos casos. En este escenario, los expertos coinciden en la necesidad urgente de nuevas alternativas terapéuticas que combinen eficacia, seguridad y un perfil de dependencia bajo.
Un nuevo avance desde Alemania
En este contexto, la compañía biofarmacéutica alemana Vertanical ha presentado los resultados de un ensayo clínico de fase 3 con 820 pacientes que muestra la eficacia de su nuevo compuesto, denominado provisionalmente VER-01, en la reducción del dolor lumbar crónico.
El medicamento, basado en extractos de Cannabis sativa y desarrollado bajo estrictos estándares de calidad farmacéutica, ha demostrado un alivio clínicamente significativo del dolor y mejoras en la calidad de vida de los pacientes, lo que abre la puerta a una posible aprobación en la Unión Europea en los próximos años.
Según los datos publicados en Nature Medicine, los participantes tratados con VER-01 experimentaron una reducción media del dolor de 1,9 puntos en una escala de 0 a 10 a las 12 semanas, frente a los 0,6 puntos del grupo placebo. Tras nueve meses de tratamiento, la reducción alcanzó una media de 2,9 puntos, con mejoras adicionales en la función física y el sueño. Los investigadores destacan que el fármaco se toleró de manera aceptable, con efectos secundarios leves en su mayoría, aunque advierten de la necesidad de continuar evaluando su perfil de seguridad a largo plazo, dado que al tratarse de un derivado del cannabis no puede descartarse riesgo de dependencia.
Matthias Karst, director de la clínica del dolor en la Escuela de Medicina de Hannover y autor principal del estudio, explicó que la compañía ya ha iniciado los trámites para la autorización de comercialización en varios países europeos, que “se espera en 2026”. Para Karst, esto supondría “un avance significativo en la atención a millones de pacientes con dolor lumbar crónico que hoy no cuentan con un tratamiento farmacológico realmente eficaz y seguro”.
Contexto: un problema de salud pública de primer orden
La lumbalgia crónica representa la causa más frecuente de dolor crónico en España, de acuerdo con el Barómetro del dolor crónico asociado a la lumbalgia publicado en 2024 por la Fundación Grünenthal y avalado por la Liga Reumatológica Española. Este informe estima que un 15% de la población adulta española sufre dolor lumbar persistente, lo que impacta de manera directa en la calidad de vida y en la capacidad laboral. A escala global, la lumbalgia es la primera causa de discapacidad y pérdidas económicas relacionadas con la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la actualidad, se emplea la fisioterapia y el ejercicio físico como medidas para abordar el dolor lumbar crónico. Estas técnicas tienen gran impacto en parte de los pacientes. Sin embargo, hay otros a los que no le resultan tan beneficiosas. Ante esta situación, los expertos reclaman que es necesario la implantación de nuevas medidas terapéuticas, con urgencia, que combinen eficacia, seguridad y un perfil de dependencia bajo.
Perfil de seguridad y posibles riesgos
El fármaco se compone de una formulación estandarizada a partir de una única variedad patentada de Cannabis sativa (cepa DKJ127). Cada dosis oral contiene 2,5 mg de THC, 0,1 mg de cannabigerol y 0,02 mg de cannabidiol, además de flavonoides y otros compuestos bioactivos. Esta composición controlada, obtenida bajo buenas prácticas de fabricación, garantiza estabilidad y reproducibilidad en cada cápsula, un aspecto clave frente a la variabilidad de los preparados artesanales de cannabis.
Los efectos secundarios más comunes fueron mareos, náuseas y cefaleas, presentes sobre todo en las primeras semanas de tratamiento. Un 17% de los participantes interrumpió el uso de VER-01 en este periodo debido a la intolerancia a los efectos adversos. Sin embargo, entre los pacientes que continuaron, los síntomas tendieron a disminuir con el tiempo, mientras el efecto analgésico se consolidaba.
Uno de los aspectos más relevantes del ensayo fue la evaluación del potencial de dependencia. En la fase final, un grupo de pacientes pasó de recibir VER-01 a placebo, sin que se detectaran síntomas claros de abstinencia. No obstante, los investigadores advierten que, dado el origen cannabinoide del fármaco, no puede descartarse totalmente el riesgo de dependencia con un uso prolongado, por lo que será necesario un seguimiento clínico estrecho en la práctica médica habitual.
Los expertos de adicciones hacen hincapié en este punto. Como explica José Manuel Zaldúa, psicólogo y socio fundador Esvidas: “Aunque los datos preliminares son alentadores, no debemos olvidar que hablamos de un derivado del cannabis. La evidencia aún no permite descartar completamente el riesgo de adicción, por lo que la prudencia es clave en esta etapa inicial”.
Prudencia en la innovación
La presentación de VER-01 marca un hito en la investigación sobre terapias basadas en cannabis, al ofrecer evidencia sólida de eficacia frente al dolor lumbar crónico, uno de los problemas de salud más extendidos y costosos en Europa.
Aunque su perfil de seguridad parece favorable y no se han observado signos inmediatos de adicción en los ensayos, los expertos insisten en la necesidad de mantener la prudencia y de acompañar su uso de una estricta supervisión médica.
Como subraya el Dr. Antonio Peña, medico de adicciones en Esvidas: “Estamos ante un avance relevante que puede mejorar la vida de millones de pacientes, pero la innovación farmacológica siempre exige cautela: necesitamos tiempo, seguimiento y datos en condiciones reales para confirmar el valor de este medicamento en la práctica clínica diaria”.































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