Una reliquia del Santo Sepulcro llega a Castilfalé
El municipio de Castilfalé ha recibido este sábado 27 de septiembre, una reliquia de gran valor simbólico: una piedra procedente del Santo Sepulcro de Jerusalén, donada por la Custodia de Tierra Santa a la Cofradía de la Vera Cruz de Castilfalé.
El acto central ha tenido lugar en la iglesia de San Juan Degollado, donde a las 12:00h. se ha celebrado una misa presidida por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras. Durante la ceremonia, se ha presentado la reliquia junto con el certificado de autenticidad expedido por las autoridades franciscanas custodias de los Santos Lugares.
La iniciativa surgió gracias a las gestiones del padre Francisco Negral, carmelita natural de Castilfalé con vínculos en Tierra Santa. Tras varios trámites, y con el respaldo del obispado leonés, la Cofradía logró obtener una pequeña piedra de apenas tres centímetros, que según la tradición cristiana procede del Gólgota, el monte de la crucifixión.
Castilfalé ya custodia otra reliquia de especial relevancia, una astilla de la Cruz de Santo Toribio de Liébana, lo que, según la cofradía, facilitó la concesión de este nuevo testimonio de fe.
La llegada de esta nueva reliquia, es considerada como un acontecimiento histórico, lo que refuerza el patrimonio religioso y espiritual de la localidad.

El municipio de Castilfalé ha recibido este sábado 27 de septiembre, una reliquia de gran valor simbólico: una piedra procedente del Santo Sepulcro de Jerusalén, donada por la Custodia de Tierra Santa a la Cofradía de la Vera Cruz de Castilfalé.
El acto central ha tenido lugar en la iglesia de San Juan Degollado, donde a las 12:00h. se ha celebrado una misa presidida por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras. Durante la ceremonia, se ha presentado la reliquia junto con el certificado de autenticidad expedido por las autoridades franciscanas custodias de los Santos Lugares.
La iniciativa surgió gracias a las gestiones del padre Francisco Negral, carmelita natural de Castilfalé con vínculos en Tierra Santa. Tras varios trámites, y con el respaldo del obispado leonés, la Cofradía logró obtener una pequeña piedra de apenas tres centímetros, que según la tradición cristiana procede del Gólgota, el monte de la crucifixión.
Castilfalé ya custodia otra reliquia de especial relevancia, una astilla de la Cruz de Santo Toribio de Liébana, lo que, según la cofradía, facilitó la concesión de este nuevo testimonio de fe.
La llegada de esta nueva reliquia, es considerada como un acontecimiento histórico, lo que refuerza el patrimonio religioso y espiritual de la localidad.
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