
El otoño de 2025 comienza en España: previsión meteorológica, duración y claves de la estación
El equinoccio de otoño marca el inicio oficial de la nueva estación este lunes 22 de septiembre a las 20:19 horas. Se prevé un trimestre más cálido de lo habitual, con escasas lluvias y fenómenos climáticos que podrían influir en su desarrollo hasta el 21 de diciembre.
El otoño de 2025 da comienzo oficialmente en España este lunes, 22 de septiembre, a las 20:19 horas (hora peninsular), coincidiendo con el equinoccio, momento astronómico en el que el día y la noche tienen prácticamente la misma duración. Esta estación se prolongará hasta el próximo 21 de diciembre a las 10:03 horas, cuando tendrá lugar el solsticio de invierno. Durante estos aproximadamente 90 días, los españoles experimentarán una transición marcada por temperaturas superiores a la media histórica y precipitaciones por debajo del promedio, según las previsiones más recientes.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha publicado sus proyecciones para este otoño, destacando un 70% de probabilidad de que sea más cálido en regiones del norte, este peninsular y Baleares. En el resto del país, incluidas Canarias, esta probabilidad oscila entre el 50% y el 60%. La posibilidad de un otoño más frío apenas alcanza un escaso 10%. Este pronóstico sigue la tendencia registrada en los últimos años: el otoño pasado fue “extremadamente cálido”, con una temperatura media nacional superior a los valores habituales.
En cuanto a las lluvias, AEMET advierte que existe un 45% de probabilidad de que la estación sea más seca especialmente en zonas occidentales y Canarias. Sin embargo, desde la agencia recuerdan que la llegada puntual de una borrasca profunda podría alterar rápidamente este escenario, como suele ocurrir durante los meses otoñales.
La influencia del fenómeno climático ENSO (“El Niño-Oscilación del Sur”) también puede ser determinante. Según estimaciones internacionales, hay posibilidades moderadas (56%) de condiciones neutrales hasta octubre; posteriormente podría darse un breve episodio “La Niña” durante finales del otoño e inicios del invierno. Si esto sucede —advierten expertos— Europa podría registrar aún menos precipitaciones.
Históricamente noviembre es considerado el mes más frío y lluvioso dentro del trimestre otoñal español; sin embargo, las medias actuales apuntan hacia temperaturas elevadas y acumulados pluviométricos inferiores al estándar (unos 200 mm para todo el periodo).
Otro aspecto relevante será el cambio al horario invernal: durante la madrugada del domingo 26 de octubre habrá que retrasar los relojes una hora —a las tres serán las dos— extendiendo así artificialmente la oscuridad matinal pero adelantando antes la puesta del sol.
Por último, destaca también la anomalía térmica registrada en aguas marinas próximas a nuestras costas: el Mediterráneo ha presentado temperaturas hasta dos grados por encima del promedio estival, lo cual no garantiza lluvias torrenciales pero sí incrementa potencialmente su intensidad si concurren condiciones atmosféricas favorables.
En definitiva, todo apunta a un otoño marcado por jornadas templadas o incluso calurosas para estas fechas —especialmente tras uno de los veranos más intensos registrados desde 1961— y una notable incertidumbre respecto al régimen hídrico debido tanto a factores locales como globales.
Fuentes utilizadas: elmundo.es, lavanguardia.es
El otoño de 2025 da comienzo oficialmente en España este lunes, 22 de septiembre, a las 20:19 horas (hora peninsular), coincidiendo con el equinoccio, momento astronómico en el que el día y la noche tienen prácticamente la misma duración. Esta estación se prolongará hasta el próximo 21 de diciembre a las 10:03 horas, cuando tendrá lugar el solsticio de invierno. Durante estos aproximadamente 90 días, los españoles experimentarán una transición marcada por temperaturas superiores a la media histórica y precipitaciones por debajo del promedio, según las previsiones más recientes.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha publicado sus proyecciones para este otoño, destacando un 70% de probabilidad de que sea más cálido en regiones del norte, este peninsular y Baleares. En el resto del país, incluidas Canarias, esta probabilidad oscila entre el 50% y el 60%. La posibilidad de un otoño más frío apenas alcanza un escaso 10%. Este pronóstico sigue la tendencia registrada en los últimos años: el otoño pasado fue “extremadamente cálido”, con una temperatura media nacional superior a los valores habituales.
En cuanto a las lluvias, AEMET advierte que existe un 45% de probabilidad de que la estación sea más seca especialmente en zonas occidentales y Canarias. Sin embargo, desde la agencia recuerdan que la llegada puntual de una borrasca profunda podría alterar rápidamente este escenario, como suele ocurrir durante los meses otoñales.
La influencia del fenómeno climático ENSO (“El Niño-Oscilación del Sur”) también puede ser determinante. Según estimaciones internacionales, hay posibilidades moderadas (56%) de condiciones neutrales hasta octubre; posteriormente podría darse un breve episodio “La Niña” durante finales del otoño e inicios del invierno. Si esto sucede —advierten expertos— Europa podría registrar aún menos precipitaciones.
Históricamente noviembre es considerado el mes más frío y lluvioso dentro del trimestre otoñal español; sin embargo, las medias actuales apuntan hacia temperaturas elevadas y acumulados pluviométricos inferiores al estándar (unos 200 mm para todo el periodo).
Otro aspecto relevante será el cambio al horario invernal: durante la madrugada del domingo 26 de octubre habrá que retrasar los relojes una hora —a las tres serán las dos— extendiendo así artificialmente la oscuridad matinal pero adelantando antes la puesta del sol.
Por último, destaca también la anomalía térmica registrada en aguas marinas próximas a nuestras costas: el Mediterráneo ha presentado temperaturas hasta dos grados por encima del promedio estival, lo cual no garantiza lluvias torrenciales pero sí incrementa potencialmente su intensidad si concurren condiciones atmosféricas favorables.
En definitiva, todo apunta a un otoño marcado por jornadas templadas o incluso calurosas para estas fechas —especialmente tras uno de los veranos más intensos registrados desde 1961— y una notable incertidumbre respecto al régimen hídrico debido tanto a factores locales como globales.
Fuentes utilizadas: elmundo.es, lavanguardia.es
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