Un sigo de vida es un tesoro eterno

Hace unos días una vecina de Valencia de Don Juan cumplió 100 años. Un centenario que alcanzó Serotina Quiñones Martínez  el 14 de septiembre. El pasado viernes la asociación Alcordanza Alzheimer organizó una gran fiesta para celebrar la onomástica. Tina, como la llaman los más cercanos, es usuaria del Centro de Día gestionado por la asociación y por ese motivo celebró por segunda vez sus 100 años. "Un cumpleaños así no se celebra todos los días" comentaban los asistentes.

Entre los invitados familiares de Tina, compañeros del Centro de Día y sus familias así como el alcalde de Valencia de Don Juan, José Jiménez, y miembros de la corporación municipal que felicitaron a la cumpleañera. 

Cumplir 100 años, un hito que no solo representa la longevidad sino también un testimonio vibrante sobre la importancia del cuidado, el respeto y el amor hacia las personas. Tina cuenta con una salud fantástica, aunque su memoria y sus recuerdos no son lo que eran. Nacida en Zalamillas puede presumir de ser miembro de una familia de hombres y mujeres con una gran longevidad. Con una sonrisa en su rostro, Tina es testigo de un siglo de historia y su historia personal no fue siempre fácil.

Una vida en Zalamillas

Cuando era niña se quedó huérfana de padre muy pronto por lo que tuvo que 'trabajar' para ayudar en casa. Su madre se quedó en segundas nupcias en unos tiempos en los que todo era diferente a la sociedad de hoy. Junto a su marido, también de Zalamillas, creó una gran familia  formada por cinco hijos, ocho nietos y nueve biznietos. El amor de su vida falleció hace ya un tiempo, así como uno de sus hijos en los que posiblemente fueron dos de los golpes más duros de su vida.

Tina, ahora sonríe, en compañía de sus familia que la arropa con mimo aunque ella, muchas veces, no los recuerde pero en sus miradas cariñosas y sus abrazos guarda el poder de la familia y de un sentimiento más grande que supera incluso el olvido al que sentencian algunas enfermedades. 

Alcordanza Alzheimer obsequió a Tina con un recuerdo con una inscripción para tener muy presente porque "un sigo de vida es un tesoro eterno".