El vino brota de las fuentes de un pueblo de León

En el corazón de Valencia de Don Juan, un pueblo que respira historia y tradición, cada año se vive un momento singular que parece sacado de un sueño. Durante la celebración de la Feria de la Denominación de Origen León, las fuentes del municipio no brotan agua, sino que manan vino. Esta imagen icónica es mucho más que una curiosidad; es una invitación a sumergirse en el alma vinícola y festiva de esta tierra.

Valencia de Don Juan, con sus calles empedradas y su ambiente acogedor, se transforma durante unos días en un escenario donde el vino cobra protagonismo absoluto. La Feria DO León, dedicada a promocionar los vinos autóctonos reconocidos por esta denominación, atrae a visitantes ávidos por descubrir sabores únicos y tradiciones ancestrales.

Las fuentes  del pueblo se convierten entonces en símbolo vivo del festejo. El líquido rojo fluye entre risas y brindis, mientras locales y turistas contemplan fascinados cómo ese manantial etílico rinde homenaje a siglos de cultura vitivinícola. Este acto no solo representa una celebración lúdica sino también un guiño a la riqueza agrícola y al trabajo dedicado que hay detrás de cada botella.

Los asistentes pueden disfrutar además de catas guiadas, música tradicional y puestos donde se ofrecen tapas maridadas con los mejores caldos. El ambiente festivo invita a compartir historias alrededor del vino, fortaleciendo vínculos sociales mientras se honra una herencia común.

Así, Valencia de Don Juan ofrece cada año no solo un espectáculo visual sino también una experiencia sensorial completa que despierta sueños e invita a brindar por lo auténtico y lo nuestro.