La DGOJ lanza una alerta por suplantación de identidad y refuerza los controles al juego online
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La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) lanzó una señal de alarma frente a un fenómeno urgente en España, la suplantación de identidad, un delito que ocurre cuando un delincuente se hace pasar por otra persona gracias al robo de sus datos.
La situación no solo afecta a los contribuyentes, sino también a colectivos vulnerables en un sector tan sensible como es el del juego en línea.
El problema de la suplantación de identidad en España
La suplantación de identidad no es exclusiva del sector del juego, pero su presencia en este ámbito ha despertado una creciente preocupación por sus consecuencias.
En este sector la práctica puede ir desde la evasión fiscal hasta el acceso fraudulento a plataformas por parte de menores o jugadores autoexcluidos, utilizando datos de otra persona para poder ingresar pese a las restricciones a casinos que ofrecen códigos tiradas grátis casino.
Por todo lo expuesto, el año pasado se presentó un Protocolo de Actuación para Contribuyentes Suplantados (PACS-2024), una herramienta diseñada para dar una respuesta puntual a aquellos casos vinculados con el juego online.
Una reunión con científicos para evaluar su alcance
En mayo de este año la DGOJ se reunió con representantes del ámbito médico y científico, así como con integrantes de la sección científica del Consejo Asesor de Juego Responsable.
En el encuentro participaron profesionales como Mikel Arana, quien dirige la Dirección General de Ordenación del Juego, junto a otros cargos relevantes del organismo regulador.
Del sector sanitario llegaron expertos en adicciones comportamentales del hospital Gregorio Marañón y de la red Madrid Salud, profesionales con experiencia en el tratamiento y prevención de trastornos relacionados con el juego patológico.
Durante la jornada se analizaron los resultados del protocolo PACS-2024 y se trató también la problemática en torno a los llamados “tipsters”, influencers o supuestos expertos en apuestas que, a cambio de comisiones o suscripciones, difunden predicciones deportivas.
La reunión concluyó con el compromiso de reforzar los programas de prevención existentes e incluir en las campañas educativas referencias más claras y directas a los riesgos del juego digital y la cesión de datos.
Además, de acuerdo al comunicado publicado por la misma DGOJ, se hizo énfasis en la necesidad de abordar estos temas de forma transdisciplinar, con un enfoque que integre salud pública, educación y regulación.
Un delito, distintas variantes
La suplantación de identidad no tiene una única forma, sino que puede manifestarse a través de la creación de perfiles falsos en redes sociales, el acceso no autorizado a cuentas legítimas o el uso de técnicas de ingeniería social para obtener datos confidenciales.
En el caso del juego online, la práctica puede expresarse tanto en el uso fraudulento de nombres y documentos para abrir cuentas, como en el robo directo de credenciales a través de brechas de seguridad.
Un clic en el lugar equivocado, cientos de problemas
Los mecanismos más frecuentes incluyen el phishing, en el que el atacante envía correos haciéndose pasar por una entidad confiable para robar datos, el smishing, que reproduce el mismo patrón pero a través de mensajes de texto y el vishing, basado en llamadas telefónicas falsas.
En definitiva, distintos canales pero todos con la misma finalidad, que es obtener los datos del usuario para suplantarle la identidad o robar dinero de sus cuentas.
En el sector del juego, las consecuencias pueden ser graves, desde la manipulación de resultados, hasta la responsabilidad fiscal de ganancias que la persona suplantada ni siquiera sabía que existían.
Las plataformas de juego están obligadas a establecer sistemas de verificación documental, pero estos pueden ser burlados si el usuario aporta imágenes o documentos sustraídos de otra persona. Por eso es clave no hacer copias escaneadas del DNI.
Egosurfing y límites a la exposición como medidas preventivas
Desde el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) recomiendan aplicar medidas de autoprotección para reducir las chances de ser víctima de este delito.
Una de las más sencillas y eficaces es el egosurfing, es decir, realizar búsquedas periódicas sobre uno mismo en internet para verificar qué información está disponible públicamente y así poder detectar usos indebidos del nombre, fotos o datos personales.
También es fundamental limitar la exposición de datos en redes sociales y sitios web. Configurar los perfiles en modo privado, evitar publicar detalles personales como el número de teléfono o la dirección y utilizar alias en foros o plataformas públicas son medidas simples que pueden marcar la diferencia.
En contextos más sensibles, como el acceso a servicios financieros, de tecnologías o de apuestas, se recomienda usar correos electrónicos específicos y distintos de los que se emplean en la vida cotidiana, además de elegir unas contraseñas seguras y diferentes para cada plataforma.
Finalmente, desde el Instituto recuerdan que ante la menor incidencia, o incluso antes de que ocurra, de manera preventiva, se pueden evacuar las dudas a través del teléfono de ayuda 017. Hombre (y mujer) prevenido, vale por dos.
La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) lanzó una señal de alarma frente a un fenómeno urgente en España, la suplantación de identidad, un delito que ocurre cuando un delincuente se hace pasar por otra persona gracias al robo de sus datos.
La situación no solo afecta a los contribuyentes, sino también a colectivos vulnerables en un sector tan sensible como es el del juego en línea.
El problema de la suplantación de identidad en España
La suplantación de identidad no es exclusiva del sector del juego, pero su presencia en este ámbito ha despertado una creciente preocupación por sus consecuencias.
En este sector la práctica puede ir desde la evasión fiscal hasta el acceso fraudulento a plataformas por parte de menores o jugadores autoexcluidos, utilizando datos de otra persona para poder ingresar pese a las restricciones a casinos que ofrecen códigos tiradas grátis casino.
Por todo lo expuesto, el año pasado se presentó un Protocolo de Actuación para Contribuyentes Suplantados (PACS-2024), una herramienta diseñada para dar una respuesta puntual a aquellos casos vinculados con el juego online.
Una reunión con científicos para evaluar su alcance
En mayo de este año la DGOJ se reunió con representantes del ámbito médico y científico, así como con integrantes de la sección científica del Consejo Asesor de Juego Responsable.
En el encuentro participaron profesionales como Mikel Arana, quien dirige la Dirección General de Ordenación del Juego, junto a otros cargos relevantes del organismo regulador.
Del sector sanitario llegaron expertos en adicciones comportamentales del hospital Gregorio Marañón y de la red Madrid Salud, profesionales con experiencia en el tratamiento y prevención de trastornos relacionados con el juego patológico.
Durante la jornada se analizaron los resultados del protocolo PACS-2024 y se trató también la problemática en torno a los llamados “tipsters”, influencers o supuestos expertos en apuestas que, a cambio de comisiones o suscripciones, difunden predicciones deportivas.
La reunión concluyó con el compromiso de reforzar los programas de prevención existentes e incluir en las campañas educativas referencias más claras y directas a los riesgos del juego digital y la cesión de datos.
Además, de acuerdo al comunicado publicado por la misma DGOJ, se hizo énfasis en la necesidad de abordar estos temas de forma transdisciplinar, con un enfoque que integre salud pública, educación y regulación.
Un delito, distintas variantes
La suplantación de identidad no tiene una única forma, sino que puede manifestarse a través de la creación de perfiles falsos en redes sociales, el acceso no autorizado a cuentas legítimas o el uso de técnicas de ingeniería social para obtener datos confidenciales.
En el caso del juego online, la práctica puede expresarse tanto en el uso fraudulento de nombres y documentos para abrir cuentas, como en el robo directo de credenciales a través de brechas de seguridad.
Un clic en el lugar equivocado, cientos de problemas
Los mecanismos más frecuentes incluyen el phishing, en el que el atacante envía correos haciéndose pasar por una entidad confiable para robar datos, el smishing, que reproduce el mismo patrón pero a través de mensajes de texto y el vishing, basado en llamadas telefónicas falsas.
En definitiva, distintos canales pero todos con la misma finalidad, que es obtener los datos del usuario para suplantarle la identidad o robar dinero de sus cuentas.
En el sector del juego, las consecuencias pueden ser graves, desde la manipulación de resultados, hasta la responsabilidad fiscal de ganancias que la persona suplantada ni siquiera sabía que existían.
Las plataformas de juego están obligadas a establecer sistemas de verificación documental, pero estos pueden ser burlados si el usuario aporta imágenes o documentos sustraídos de otra persona. Por eso es clave no hacer copias escaneadas del DNI.
Egosurfing y límites a la exposición como medidas preventivas
Desde el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) recomiendan aplicar medidas de autoprotección para reducir las chances de ser víctima de este delito.
Una de las más sencillas y eficaces es el egosurfing, es decir, realizar búsquedas periódicas sobre uno mismo en internet para verificar qué información está disponible públicamente y así poder detectar usos indebidos del nombre, fotos o datos personales.
También es fundamental limitar la exposición de datos en redes sociales y sitios web. Configurar los perfiles en modo privado, evitar publicar detalles personales como el número de teléfono o la dirección y utilizar alias en foros o plataformas públicas son medidas simples que pueden marcar la diferencia.
En contextos más sensibles, como el acceso a servicios financieros, de tecnologías o de apuestas, se recomienda usar correos electrónicos específicos y distintos de los que se emplean en la vida cotidiana, además de elegir unas contraseñas seguras y diferentes para cada plataforma.
Finalmente, desde el Instituto recuerdan que ante la menor incidencia, o incluso antes de que ocurra, de manera preventiva, se pueden evacuar las dudas a través del teléfono de ayuda 017. Hombre (y mujer) prevenido, vale por dos.
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