Redacción
Lunes, 09 de Junio de 2025

Errores comunes en el link building y cómo evitarlos

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Todo el mundo quiere enlaces. Pero conseguirlos bien es otra historia. A estas alturas, ya no basta con mandar un correo genérico o pagar por un artículo en cualquier sitio medio sospechoso. El link building moderno tiene más de estrategia quirúrgica que de volumen bruto. El problema: mucha gente sigue cayendo en los mismos errores de siempre.

 

¿Y lo peor? A veces ni se dan cuenta. Y es que una mala estrategia de enlaces puede no solo no ayudarte, sino acabar penalizándote. Por suerte, hoy en día existen herramientas como https://links-stream.es/ que facilitan un enfoque más profesional y te ahorran varias de estas metidas de pata.

 

Vamos a repasar los fallos más comunes que sigo viendo una y otra vez… y cómo puedes esquivarlos con algo de sentido común (y algo de tecnología).

 

1. Obsesionarse con la cantidad y no con la calidad

Este es el clásico. Alguien se emociona, compra 100 enlaces de golpe, la mayoría en sitios irrelevantes, con métricas infladas o, directamente, de dudosa reputación. Resultado: gasto innecesario, sin impacto real, o peor, una alerta en Google.

 

La clave aquí no es tener mil enlaces, sino unos cuantos buenos. Sitios con tráfico real, autoridad temática y contexto relevante. Uno solo de esos vale más que 50 en granjas de enlaces.

 

Solución: Céntrate en enlaces naturales, bien integrados y desde sitios con vida real. Menos cantidad, más cabeza.

 

2. Ignorar la temática del sitio que enlaza

Este parece obvio, pero lo sigo viendo. Un ecommerce de ropa recibiendo enlaces desde un blog de criptomonedas. ¿Tiene sentido? Ninguno. Y Google lo sabe.

 

Un buen enlace debe tener coherencia contextual. Es decir, tiene que tener sentido para el usuario y para el algoritmo. Si tú vendes zapatillas, ¿qué hace ese link en un sitio de apuestas deportivas? Huele raro, y lo raro en SEO no suele acabar bien.

 

Solución: Evalúa siempre si el sitio que enlaza tiene sentido dentro de tu nicho o público objetivo. Si no lo leerías tú, tampoco lo leería tu cliente.

 

3. Repetir el mismo anchor text como si no hubiera mañana

Otro gran error: usar una y otra vez el mismo texto ancla exacto. ¿Por qué lo hacen? Porque alguien les dijo que eso posicionaba. Lo que no les dijeron es que también puede levantar banderas rojas muy rápido.

 

Repetir el mismo anchor con keyword exacta 20 veces en 20 sitios diferentes no parece natural. Y Google no es tonto.

 

Solución: Varía los anchors. Mezcla nombre de marca, URL, texto genérico (“haz clic aquí”) y algún keyword, pero con moderación. Naturalidad ante todo.

 

4. No revisar el historial del dominio que enlaza

Esto ya es más técnico, pero muy importante. Puedes encontrar un sitio que parece OK, buenas métricas, buen diseño… pero tiene un pasado turbio. Spam, penalizaciones, contenido reciclado. Y tú ni lo ves. Pero Google sí.

 

Muchas plataformas de enlaces no revisan esto, o lo esconden. Por eso conviene trabajar con herramientas y marketplaces que sí te lo dicen claro.

 

Solución: Usa herramientas como Wayback Machine, Ahrefs o Semrush para revisar el historial. Si ves que el sitio ha cambiado de tema mil veces o tenía contenido en chino hace un mes... mejor huye.

 

5. Comprar enlaces sin pensar en la estrategia

Hay gente que compra enlaces como quien compra pan. Uno aquí, otro allá, sin pensar a dónde apuntan, qué objetivo tienen o en qué fase del funnel están.

 

El link building sin estrategia es como correr sin mapa. Puedes avanzar, pero no sabes a dónde vas. ¿Quieres mejorar una landing específica? ¿Posicionar una categoría? ¿Subir el dominio entero?

 

Solución: Define tus prioridades antes de comprar nada. ¿Qué URLs quieres potenciar? ¿Con qué tipo de contenido? ¿En qué plazo? Esto cambia todo.

 

6. Pasar de los enlaces no-follow

Algunos aún piensan que si el enlace no transmite autoridad SEO directa, no vale la pena. Error. Los enlaces no-follow pueden aportar tráfico, reputación, señales de marca y naturalidad al perfil general.

 

Un perfil de enlaces 100% do-follow es tan sospechoso como uno sin enlaces. Nadie en Internet se enlaza solo con do-follow. Así no funciona el mundo real.

 

Solución: Acepta y hasta busca algunos enlaces no-follow. Desde redes sociales, foros, sitios de noticias… todo suma si es natural.

 

7. No medir los resultados (o medir mal)

Otro clásico: se invierte en enlaces, pero luego nadie revisa si subieron las posiciones, si aumentó el tráfico, si mejoró la conversión. ¿De qué sirve invertir si no sabes qué funciona?

 

O peor aún: se analiza el impacto de un enlace sin aislar variables, y se sacan conclusiones erróneas.

 

Solución: Usa herramientas de tracking (como Google Search Console o Semrush), segmenta bien y analiza con cabeza. No es magia, son datos.

 

8. Publicar en sitios sin tráfico ni visibilidad

Este es muy frecuente en marketplaces de enlaces baratos. Te ofrecen un DA alto, buenas métricas, pero si miras el tráfico: cero. Nadie entra, nadie lee. ¿Entonces para qué?

 

Un enlace en un sitio sin lectores reales no aporta nada. Ni visibilidad, ni clics, ni valor SEO. Y muchas veces, esos dominios son PBNs camuflados.

 

Solución: Siempre revisa el tráfico orgánico estimado (por ejemplo, en Ahrefs o Similarweb). Si no hay visitas, no hay juego.

 

9. Depender solo de una fuente de enlaces

Hay empresas que solo hacen guest posting. O solo enlaces en periódicos. O solo colaboraciones. El problema es que Google mira la diversidad. Un perfil de enlaces sano tiene variedad: tipos de sitios, anchors, formatos.

 

Solución: Mezcla. Combina medios, blogs, foros, menciones de marca, enlaces sociales, etc. Así se construye un perfil robusto y duradero.

 

10. No adaptarse a los cambios del algoritmo

El SEO no es estático. Google cambia. Lo que funcionaba en 2019 puede ser un desastre hoy. Algunos siguen aplicando tácticas antiguas pensando que el tiempo no pasa.

 

¿Recuerdas cuando funcionaban los directorios y los comentarios de blog? Exacto. Ya no.

 

Solución: Mantente al día. Sigue medios especializados, escucha a otros SEOs, prueba cosas nuevas. Y sobre todo, adapta tu estrategia a los cambios reales, no a los mitos de Twitter.

 

Conclusión

El link building no es solo cuestión de conseguir enlaces. Es cuestión de conseguirlos bien. Con cabeza, con análisis y con herramientas que te ayuden a tomar decisiones acertadas.

 

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