Villaquejida revive la Fiesta del Árbol

La localidad de Villaquejida celebrará mañana viernes, 21 de marzo, la Fiesta del Árbol bajo el lema 'Cuida los árboles, cuida el medio ambiente'. La iniciativa será protagonizada por los alumnos de la escuela que plantarán algunos árboles. Durante el acto también se recitarán poesías alusivas al acto en el que también se cantará el himno al árbol que se entonaba en Villaquejida en tiempos pasados. La Fiesta del Árbol tiene su origen hace 100 años, en 1914. Todos los niños serán obsequiados con un regalo simbólico fruto de un árbol: una mandarina. 

Al igual que se hacía hace cien años, se invita a cuantas personas deseen acudir a la celebración. El amor a los árboles, el respeto a la naturaleza es cosa de todas las edades.

Fiesta del Árbol hace cien años

El lunes 3 de abril de 1914, el Semanario de Primera Enseñanza, titulado 'El Distrito Universitario' publicaba la siguiente reseña relacionada con la Fiesta del Árbol en Villaquejida: “FIESTA DEL ÁRBOL EN VILLAQUEJIDA. Nada menos que 550 árboles se plantaron en la celebrada este año en Villaquejida, a los acordes del himno de la fiesta. Se pronunciaron discursos elocuentes por los señores párroco, alcalde y maestro, y hubo animada merienda y los niños fueron obsequiados con dulces por las autoridades”.

Himno al Árbol

Texto del Himno al Árbol que se cantaba en Villaquejida en las tradicionales celebraciones de la Fiesta del Árbol, a las que acudía la mayor parte del pueblo, y que también se cantará en la celebración de este año.

Himno al Árbol (año 1896)

Música: Ruperto Chapí

Letra: Carlos Fernández Shaw

Cantemos al árbol que voy a plantar.

Si Dios lo protege del hombre y del viento,

¡salud y riqueza dará!

¡salud y riqueza dará!

Para el aire puro, campestres aromas;

para el caminante, regalada sombra;

templará los rayos de la luz del sol.

Por entre sus ramas colgarán las aves

sus nidos de amor.

Uno para el otro los dos creceremos;

él se irá elevando y yo iré creciendo,

Y si triste y solo llego yo a morir,

dejaré en el mundo un árbol siquiera

plantado por mí.

Cantemos al árbol con voces de paz y de amor.

¡Defiéndalo el hombre!

¡Protéjalo Dios! ¡Protéjalo Dios!