La Quimera de un cole que quiere conquistar el Carnaval de León

A lo largo de estos 7 años participando en el desfile, han conseguido tener un cierto reconocimiento en el Carnaval Leonés. Esto no ha sido cuestión de suerte, ha sido fruto del trabajo constante, la dedicación e ilusión que ponen 6cada año. Comenzaron con los “QUEVEMONSTRUOS”, convirtiéndonos gracias a ellos en una pequeña familia de monstruitos. Al año siguiente decidieron reciclarse y reutilizar mejor, creando así “RECAPACICLA”. Como supo a poco, continuamos rebuscando entre los personajes de los mejores cuentos de la historia con los “QUEVECUENTOS”, para terminar transformándonos en las patatas más simpáticas del mercado con “QUEVEPOTATOS”.

Fue en ese momento cuando decidieron dar un paso más y añadieron una carroza a su comparsa. Así nació nuestra magnifica “QUEVEDRAL” con la que llenaron de luces y color a las calles, haciendo un reconocimiento, a través de la versión de la “Pulchra leonina”, a todos los leoneses. Después de esa experiencia, que resultó ser maravillosa,  arriesgaron más aún, y el año pasado se fundieron con el poder de los “QUEVELEMENTOS” de la Madre Naturaleza.

Este año necesitában ir más allá, necesitában crear algo que hiciese volar la imaginación, algo que únicamente ellos pudiésemos hacer realidad. Buscaron en su esencia, en su origen y en su razón de ser. Decidieon crear una ilusión, un sueño. Así es como empezaron el mismo día que enterramos la sardina en el 2024, delirando, fantaseando y persiguiendo algo inalcanzable. Algo que no creían que fuese real, algo que podría ser solo fruto de su imaginación. O como bien se define una QUIMERA, “algo que no existe o algo que aparenta ser lo que realmente no es”. Si a esto le añadimos nuestro toque de magia, ilusión, confianza y muchas ganas de pasarlo bien, nace “QUEVEQUIMERA”. Así resurgir, como seres de la mitología cazurra, recién salidos de entre sus árboles centenarios, con sus simbólicos cuernos, cual guirrios o antruejos, y nuestras luminosas alas, bailando y animando a todo el mundo por las calles de la ciudad.

Hasta llegar aquí, ha sido un camino largo, con muchas piedras en él, donde cada familia colabora aportando su granito de arena, bien sea en la elaboración de los disfraces o en el duro trabajo de realizar una carroza. Todo hecho a mano, con el cariño e ilusión que merece.

La dedicación que cada carnaval asume va en aumento. Cada miembro se involucran en una aventura que cada año es más y más exigente, pero que dudamos en seguir manteniendo para que las calles se llenen de luz, magia y color. "Queremos que todo el público que nos vea, decidan o no creer en estos seres tan adorables y especiales, se sumerjan con nosotros en la magia del Carnaval, donde todo es posible, las apariencias engañan y la diversión está garantizada" afirman

¡Estarán en las calles de León, La Robla y Astorga!