Las familias del colegio de Cembranos reclaman que los niños abandonen las casetas de obra
Cembranos se levanta: la voz de un pueblo que reclama dignidad educativa
En una fría mañana de noviembre, las familias de Cembranos se congregaron frente al colegio local para alzar su voz en una manifestación cargada de emoción y determinación. La comunidad educativa, liderada por el AMPA del Colegio de Cembranos, exige la finalización inmediata de unas obras paralizadas desde hace cuatro años, que han condenado a sus hijos a estudiar en casetas de obra.
![[Img #87947]](https://leonsurdigital.com/upload/images/11_2024/5310_img-20241128-wa0004.jpg)
Bajo el cielo gris y el frío cortante este jueve. Nada impidió que alredededor un grupo nutrido de padres, madres y niños se reunió pacíficamente ante las puertas del colegio. Su objetivo era claro: reclamar con firmeza que los colegios rurales no sean tratados como instituciones educativas de segunda categoría. Con pancartas en mano y voces decididas, demandaron la conclusión urgente de unas obras que parecen haberse convertido en un proyecto interminable.
La pesidente de la AMPA, Ana Parro expresó con vehemencia: "Queremos que se terminen ya porque es la única solución, no queremos que se normalice esta situación". El descontento es mayúsculo: "no nos dan ningún plazo, ni ninguna esperanza. Solo nos mostraron su apoyo y dijeron que velarían por la seguridad de los alumnos, pero los plazos administrativos siguen parados. Hace poco más de un año nos dieron los mismos plazos en Inspección Educativa y todo sigue con las medidas provisionale"
El acto contó con la presencia del sindicato UGT con representantes como Alberto Álvarez denunciando la intolerable situación: "Es inadmisible que cuestiones técnicas mantengan a nuestros niños en barracones durante tanto tiempo".
![[Img #87946]](https://leonsurdigital.com/upload/images/11_2024/7718_img-20241128-wa0003.jpg)
Desde hace cuatro años, los niños del tercer curso de Primaria reciben sus clases en una caseta prefabricada mientras que el primer ciclo de Infantil tiene su aula a 300 metros del centro educativo, algo que le obliga a cruzar la carretera
Hace unos días el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eduardo Diego, visitó el centro lo cual agradecen. No obstante la AMPA no oculta su malestar ante el anuncio de que las obras seguirán detenidas hasta encontrar una nueva empresa encargada. Esta incertidumbre ha generado frustración e indignación entre los padres, quienes sienten que sus hijos son víctimas olvidadas por decisiones administrativas.
La manifestación no solo buscaba presionar a las autoridades para reanudar las obras; también pretendía visibilizar una problemática más amplia: la desigualdad en el trato hacia los colegios rurales. En palabras de uno de los padres presentes: "Nuestros hijos merecen aprender en condiciones dignas; no podemos permitir que sigan siendo relegado".
Bajo el cielo gris y el frío cortante este jueve. Nada impidió que alredededor un grupo nutrido de padres, madres y niños se reunió pacíficamente ante las puertas del colegio. Su objetivo era claro: reclamar con firmeza que los colegios rurales no sean tratados como instituciones educativas de segunda categoría. Con pancartas en mano y voces decididas, demandaron la conclusión urgente de unas obras que parecen haberse convertido en un proyecto interminable.
La pesidente de la AMPA, Ana Parro expresó con vehemencia: "Queremos que se terminen ya porque es la única solución, no queremos que se normalice esta situación". El descontento es mayúsculo: "no nos dan ningún plazo, ni ninguna esperanza. Solo nos mostraron su apoyo y dijeron que velarían por la seguridad de los alumnos, pero los plazos administrativos siguen parados. Hace poco más de un año nos dieron los mismos plazos en Inspección Educativa y todo sigue con las medidas provisionale"
El acto contó con la presencia del sindicato UGT con representantes como Alberto Álvarez denunciando la intolerable situación: "Es inadmisible que cuestiones técnicas mantengan a nuestros niños en barracones durante tanto tiempo".
Desde hace cuatro años, los niños del tercer curso de Primaria reciben sus clases en una caseta prefabricada mientras que el primer ciclo de Infantil tiene su aula a 300 metros del centro educativo, algo que le obliga a cruzar la carretera
Hace unos días el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eduardo Diego, visitó el centro lo cual agradecen. No obstante la AMPA no oculta su malestar ante el anuncio de que las obras seguirán detenidas hasta encontrar una nueva empresa encargada. Esta incertidumbre ha generado frustración e indignación entre los padres, quienes sienten que sus hijos son víctimas olvidadas por decisiones administrativas.
La manifestación no solo buscaba presionar a las autoridades para reanudar las obras; también pretendía visibilizar una problemática más amplia: la desigualdad en el trato hacia los colegios rurales. En palabras de uno de los padres presentes: "Nuestros hijos merecen aprender en condiciones dignas; no podemos permitir que sigan siendo relegado".
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