Leyendas
El amor que unió a Castilfalé y Valdemora
En el corazón del sur de León, se encuentran dos pueblos con historias tan antiguas como los oteros que los rodean: Castilfalé y Valdemora. A pesar de su reducido tamaño actual, con 69 y 82 habitantes respectivamente según datos recientes, una leyenda de amor una leyenda une sus raíces a través de los siglos.
En la Baja Edad Media, Castilfalé era conocido como Castrillo debido a su pasado fortificado. Su iglesia de San Juan Degollado y la torre que actualmente alberga un cementerio son testigos silenciosos de su rica historia. Por otro lado, un pueblo en el Valle que guarda en su memoria la victoria del rey Alfonso III sobre las tropas musulmanas lideradas por Almodin en el siglo IX. La iglesia de Santa María Magdalena permanece como símbolo del legado histórico del pueblo.
Cuenta la leyenda que durante uno de esos turbulentos períodos históricos, surgió un amor prohibido entre Amina, una joven mora habitante del Valle, y Fale, un caballero cristiano defensor de Castrillo. Sus encuentros eran furtivos pero llenos de pasión e ideales compartidos por unir sus comunidades en lugar de dividirlas.
![[Img #87809]](https://leonsurdigital.com/upload/images/11_2024/5047_278132872_4725104820934498_3385497932178818682_n.jpg)
El romance floreció bajo el manto protector del bosque cercano al arroyo donde ambos solían reunirse para compartir sus sueños. Sin embargo, las tensiones políticas amenazaban con separarlos; sus familias veían esta unión como imposible debido a los conflictos entre musulmanes y cristianos.
![[Img #87812]](https://leonsurdigital.com/upload/images/11_2024/7048_9331_valdemora-leon.jpg)
En uno de los encuentros furtivos Falé se disponía a cruzar el arroyo que separa ambas localidades cuando le sorprendió una potente tormenta. La maleza y la bravía fuerza del agua fueron una trampa mortal para el joven enamorado que no logró salvar su vida. Pasada la tormenta llegó Amina en busca de su enamorado, pero no logró encontrar más que una cinta que le había regalado. Desesperada viendo que su amor no regresaría se lanzó a las aguas crecidas. Así acabó un amor tan intenso que tiñó el cielo de rojo en muestra del poder de un amor único, así comenzaron los espectaculares atardeceres de estas tierras.
![[Img #87810]](https://leonsurdigital.com/upload/images/11_2024/2460_462499140_8216862525092026_4903374700532990653_n.jpg)
Así para siempre se unió el destino del Valle que pasó a llamarse Valdemora y Castrillo que pasó a llamarse Castilfalé en recuerdo a la historia de amor. En recuerdo de ese amor tan intenso, cada atardecer el cielo se tiñe de rojo, el cielo
Son leyendas del Sur de León, leyendas de una tierra llena de encanto y magia.
En la Baja Edad Media, Castilfalé era conocido como Castrillo debido a su pasado fortificado. Su iglesia de San Juan Degollado y la torre que actualmente alberga un cementerio son testigos silenciosos de su rica historia. Por otro lado, un pueblo en el Valle que guarda en su memoria la victoria del rey Alfonso III sobre las tropas musulmanas lideradas por Almodin en el siglo IX. La iglesia de Santa María Magdalena permanece como símbolo del legado histórico del pueblo.
Cuenta la leyenda que durante uno de esos turbulentos períodos históricos, surgió un amor prohibido entre Amina, una joven mora habitante del Valle, y Fale, un caballero cristiano defensor de Castrillo. Sus encuentros eran furtivos pero llenos de pasión e ideales compartidos por unir sus comunidades en lugar de dividirlas.
El romance floreció bajo el manto protector del bosque cercano al arroyo donde ambos solían reunirse para compartir sus sueños. Sin embargo, las tensiones políticas amenazaban con separarlos; sus familias veían esta unión como imposible debido a los conflictos entre musulmanes y cristianos.
En uno de los encuentros furtivos Falé se disponía a cruzar el arroyo que separa ambas localidades cuando le sorprendió una potente tormenta. La maleza y la bravía fuerza del agua fueron una trampa mortal para el joven enamorado que no logró salvar su vida. Pasada la tormenta llegó Amina en busca de su enamorado, pero no logró encontrar más que una cinta que le había regalado. Desesperada viendo que su amor no regresaría se lanzó a las aguas crecidas. Así acabó un amor tan intenso que tiñó el cielo de rojo en muestra del poder de un amor único, así comenzaron los espectaculares atardeceres de estas tierras.
Así para siempre se unió el destino del Valle que pasó a llamarse Valdemora y Castrillo que pasó a llamarse Castilfalé en recuerdo a la historia de amor. En recuerdo de ese amor tan intenso, cada atardecer el cielo se tiñe de rojo, el cielo
Son leyendas del Sur de León, leyendas de una tierra llena de encanto y magia.
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