Sábado, 05 de Octubre de 2024

Pregón íntegro de José Antonio Díez en las Fiestas Cañamona 2024

El alcalde de León, José Antonio Díez, fue el encargado de inaugurar las fiestas de Matanza de los Oteros. A continuación el texto íntegro de su pregón

[Img #86368]

Me siento abrumado por la responsabilidad que es para mí pregonar ante vosotros y vosotras estas fiestas de La Virgen de la Cañamona. 

Abrumado por el respeto que para mí supone abrir un momento tan especial en el año de cada matancero y matancera, y no poder estar a la altura de lo que se espera de mí.

Abrumado por la responsabilidad de responder con el cariño que se ha depositado en mí por parte de vuestro alcalde Marcelo y de todos lo que pensaron en mí para este momento.

Muchas gracias Marcelo por esta invitación que, sabes, no dudé ni un segundo en aceptar aunque era consciente del duro examen que ponías para abrir unas fiestas que tanto os unen y hacerlo con el discurso que merecéis. No obstante, luego pensé que el amor que yo tengo a la tierra de León y el respeto y admiración que mantengo por quienes, como vosotros, son capaces de mantener las tradiciones y el orgullo de ser de esta tierra podría ser suficiente para explicar mi presencia y supongo que, quizá, esa es la razón por la que hoy me habéis elegido para este honor.

Cuando uno tiene la suerte de ser alcalde de un municipio reconoce mejor que nadie la grandeza de otras localidades que han sabido conservar tradiciones y repetirlas año tras año, concitando aquí a todos los vecinos y vecinas residentes pero también a quienes tuvieron que irse o a quienes se sienten matanceros desde cualquier lugar al que la vida les haya llevado. Es excepcional que todos los nacidos vuelvan aquí cada primer domingo de octubre a cumplir como lo hicieron sus antepasados y a revivir lo que ellos asentaron, año tras año y sin interrupción. Replicando la Regla de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y todo lo marcado en aquel año de 1595, que vosotros hicisteis vuestra en el siglo XVIII, dando forma a lo acordado doscientos años antes.

Vosotros lleváis más de cuatrocientos años conmemorando la festividad que hoy nos reúne aquí y por ello sois, sin duda, dignos de elogio y respeto. Rituales, salves, hoguera, leña, cohetes y avellanas recuerdan no solo esa regla sino la unión de todos los habitantes de esta localidad.

Desde que asumí la Alcaldía de León he reiterado, hasta la saciedad según algunos periodistas, la importancia que para la ciudad tiene cada uno de los pueblos que conforman la provincia y recalcado que es fundamental que se hagan políticas de discriminación positivas para estas zonas que, lamentablemente, van perdiendo servicios y, con ello, población y por oportunidades. No podemos parar ni un día en nuestra reivindicación y en nuestra lucha, porque no podemos perder ni una solo oportunidad ni un solo rasgo de nuestra identidad.

Y no lo haremos porque, somos luchadores y leoneses. Y seguiremos reivindicando la conservación de nuestra tierra, de nuestro pasado, de nuestra identidad y de nuestro carácter cimentado en generaciones seculares que nos han hecho tal y como hoy somos, porque solo desde la conservación del legado de nuestros mayores podemos llegar a ser mejores cada día.

Somos dignos hijos de quienes escribieron la historia de este Reino, de esta tierra de libertades, que luchó primero contra el invasor árabe, como vosotros sabéis muy bien porque está escrito en vuestra historia, y por establecer libertades en forma de derechos y fueros para toda la ciudadanía. Somos, pues, depositarios de algunos de los mejores destellos de la historia medieval, esa historia que nos llevó a ser los anfitriones de las primeras cortes participativas en las que, por primera vez, el pueblo tuvo voz. A ser conquistadores de libertades y transmisores de ellas.

Desde luego no he venido aquí a hablaros de historia porque vosotros tenéis una tan rica que podría ensombrecer a cualquier otra. No obstante, constituye para mí un reto y un compromiso unirme a vuestra causa.

No soy matancero y no sé siquiera si algún día podríais acogerme como amigo vuestro pero quiero con mis palabras rendiros un homenaje a vosotros como vecinos y a aquellos que, desgraciadamente, han tenido que ir abandonando su pueblo, su tierrina y sus raíces en los últimos años.

No ha sido fácil, pero sí hemos podido lograr que con el esfuerzo de los que os habéis quedado, nuestros pueblos no pierdan su idiosincrasia y su tradición.

Matanza de los Oteros es un ejemplo de esta situación, la pérdida de población ha sido un grave problema, me comenta el alcalde, pero sí se ha conseguido no perder la tradición y esa forma de vida tan arraigada que hace que debáis sentiros orgullosos de quiénes y cómo sois. Pero quizá es que la historia de esta tierra está plagada de pérdidas y victorias; no podemos olvidar que cuenta la historia que fue el rey Alfonso III El Magno quien aparece como referencia en esta historia vuestra como conquistador y muñidor de ese gran Reino de León. Este Alfonso que fuera considerado tanto último rey de Asturias como primero de León inició a escribir las victorias del más importante y permanente de los reinos cristianos de la Edad Media.

Y, si las crónicas son correctas, a él y a su victoria en esa repoblación, que hasta aquí trajo a gallegos, asturianos, vascos,   castellanos y, también, francos y mozárabes. No le gustó nada esta situación al omeya cordobés quien en el año 878  organizó su reconquista.

La victoria cayó del lado cristiano pero, en la batalla, la matanza fue inevitable. En recuerdo de ella conserváis el nombre que marcado por la funesta noticia no deja de marcar esos siglos de historia y asentamientos.

No renunciéis nunca a recordar y celebrar vuestra historia –la buena y la mala- porque es el triunfo de un pueblo que los mayores puedan ir transmitiendo a los más jóvenes su legado. Su memoria, su pasado, su vivir, sus tradiciones... es un triunfo de un pueblo que cada año se puedan rememorar tradiciones seculares como si hubieran nacido ayer porque cada repetición, cada cita, rinde un homenaje a aquello que somos; nacido, sin duda, de lo que nuestros ancestros fueron.

La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla, dice Gabriel García Márquez. Pues la vida de Matanza es lo que entre todos somos ya capaces de recordar y de hacer recordar con rituales como este que hoy nos trae aquí.

Disfrutad de esta fiesta y seguid conservando lo que os han legado vuestros mayores. Solo así podréis seguir siendo como sois.

Felices fiestas. A disfrutar y a seguir escribiendo la rica historia de Matanza, su legado y sus gentes.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.2

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.