Las gamberradas cuestan unos 500 euros al Ayuntamiento

En Pobladura de Pelayo García se llevan las gamberradas. Tan pronto desaparecen los carteles de ‘prohibido perros’ de los jardines como se llevan la bandera de la plaza. Carteles robados señales movidas son algunas de las ‘gamberradas’ con las que amanece Pobladura de Pelayo García algunas mañanas. El Ayuntamiento está reforzando la vigilancia y las medidas de seguridad. Según explica el alcalde, Vicente Ferrero,  “hay indicios de quienes son los gamberros”.

Una de las últimas ‘gracias’ fue la desaparición de la bandera de España recién instalada en la plaza Javier Ugidos (la plaza de la Escuela). La bandera  fue puesta el pasado día 31 de diciembre y esa misma noche desapareció para volver a reaparecer a los pocos días en perfecto estado a los pies del mástil.

Asimismo, el cementerio es uno de los lugares predilectos de los gamberros. En el campo santo han roto los cristales en varias ocasiones y hasta ha desaparecido el letrero.

A pesar de que los hechos pueden parecer inofensivos y ser una “simple gracia”, las bromas han costado ya unos 500 euros a las arcas municipales.  “No dejan de ser gamberradas pero hay que pagarlas” comenta el regidor, cansado de renovar cartelería y señales. No obstante, el Ayuntamiento  ha ideado una nueva cartelería para señalar la prohibición de tirar escombros: unos bidones llenos de material. “A ver si son capaces de quitarlos”, bromea Ferrero.

Se da la circunstancia de que las gamberradas la mayor parte de las veces tienen lugar durante las noches de fiestas y celebraciones.