Rescate épico en medio de niebla y lluvia

El montañero, que estaba ileso e iba equipado, se había desorientado por la niebla. En esos momentos estaba asegurado en una zona a unos 100 o 200 metros de la cumbre pero no podía descender por sus propios medios y la meteorología era adversa.

El gestor del 1-1-2 realiza inmediatamente una conferencia con el Centro Coordinador de Emergencias, que se encarga de coordinar el incidente localizando la ubicación exacta de la víctima y movilizando el recurso más oportuno. En este caso, el helicóptero de rescate de la Junta de Castilla y León con dos rescatadores, uno de ellos enfermero.

Además, desde el 1-1-2, se da aviso del incidente a la Guardia Civil y, por protocolo, a los Bomberos de León y al 1-1-2 de Asturias.

El helicóptero de rescate trata de aproximarse a la zona en varias ocasiones pero las condiciones meteorológicas (lluvia y niebla) no se lo permiten, por lo que tiene que dejar a los rescatadores en Torrebarrio, prácticamente al inicio de la ruta, para que puedan acceder a pie.

Las condiciones meteorológicas empeoran a medida que avanza la tarde, lo que ralentiza el progreso de los rescatadores para poder llegar a la zona. Cuando se encuentran próximos a las coordenadas establecidas por el Centro Coordinador de Emergencias, la niebla es tan intensa que no consiguen localizar al montañero. Finalmente, a las 21:10 horas, gracias al sonido del silbato, consiguen reunirse con él.

Tras comprobar que no está herido, le ayudan a recuperar fuerzas con geles y sales y comienzan el descenso. Los rescatadores tienen que realizar varias reuniones (instalaciones técnicas) para poder progresar de forma segura hasta la localidad de Torrebarrio.

A las 00:42 horas, llegan hasta el lugar donde se encuentra estacionado el vehículo del montañero y dan por finalizada la intervención.