Las heladas despiertan en los viticultores la pesadilla del 2017

El regreso del frío y las heladas han despertado las pesadillas de muchos viticultores. La terrible helada del 2017 que congeló literalmente buena parte de la producción de las viñas de varios años está siendo muy recordada estos días. La noche del 23 de abril heló, buena parte del territorio amaneció bajo cero y el miedo revolvió a más de uno.

Como si fuera un 'déjà vu' muchos viticultores levantaron con el miedo de que la historia del 2017 se repitiera y de nuevo en las mismas fechas. Con el ciclo vegetativo "bastante adelantado" y una fuerte helada capaz de "romper" la vid. El miedo de que la helada del pasado 23 de abril hubiera provocado unas dañinas consecuencias fue grande.

Afortunadamente aunque ha habido daños no son tantos como aquella terrible helada. De hecho, hay optimismo y aún hay esperanza de que el daño causado por esta helada pueda repararse si se cumplen las previsiones meteorológicas.

En esta ocasión la helada ha afectado a puntos muy localizados del territorio de la DO León. Ha afectado principalmente a vaguadas y a zonas bajas. Del mismo modo, han resultado más dañadas aquellas plantas en vaso -en contacto directo con la tierra- que las que se presentan en espaldera.

El presidente de la DO León, Rafael Blanco, confirma que ha habido daños "pero muy localizados". Ha habido bastante daño en la zona de Valdevimbre y también en algunos puntos de Valderas. Blanco muestra optimismo y recuerda que la helada del 2017 llegó con el ciclo de la planta mucho más avanzado. No obstante, muestra cautela "aún existe la posibilidad de alguna helada".