Silencio, respeto y faroles que guían el Yacente

Valderas despide su agenda procesional con el Santo Entierro. Una procesión cargada de solemnidad y respeto que se celebra en la noche del Viernes Santo.  El silencio de la noche es tan solo roto por las cornetas y tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno.

La Vera Cruz abre el camino de la procesión que sobrecoge por su silencio. Sus cofrades portan velas y, los más jóvenes, portan una cruz. La Manolas enlutadas son símbolo del dolor. Los más pequeños de la Cofradía de Jesús Nazareno empujan el paso de Los Atributos y los cofrades de San Blas procesionan al cristo crucificado conocido como el cristo de La Concha. 

La comitiva del Santo Entierro finaliza con los faroles y las luces de la cofradía del Santísimo. El Cristo Yacente es portado por los cofrades en un sepulcral silencio.

Jesús ha muerto. Valderas representa el dolor de su muerte en un silencio profundo lleno de respeto.