R. Meléndez 1
Viernes, 08 de Diciembre de 2023
Negocios con solera

Paula se jubila, cierra el emblemático kiosco de Villamañán tras 70 años de existencia

 

Casi un negocio centenario. El kiosco de Villamañán suma 68 años de historias y anécdotas. Ahora está a punto de echar el cierre. Un cierre agridulce. Paula se jubila, una jubilación bien merecida, pero Villamañán pierde todo un símbolo y una entidad con toda regla. Porque el kiosco de Paula, se mire como se mire, es mucho más que un kiosko.

 

Y es que el kiosco de Paula vende prensa, chuches, pan pero además ejerce como vigía de Villamañán. Todo el que llega a la localidad puede resolver todas las dudas en este lugar, aquí Paula responde todas las dudas del visitante. Paula ejerce como “punto” de encuentro y es usado también para vender las papeletas de la lotería de asociaciones, Paula guarda la llave de la iglesia, abre el Belén cuando está colocado e incluso se podría decir que hace un poco de “oficina de turismo” porque Paula explica y aclara. Incluso muchos, por confianza y la amabilidad de Paula, usan el lugar como recepción de paquetes o entrega (y eso que nunca ejerció como punto de recogida de paquetes tan de moda ahora).

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Paula ha regentado el kiosco durante décadas pero ha ejercido toda una función social. Ahora, le ha llegado el tiempo de descansar y disfrutar de su merecida jubilación. “Me da mucha pena” reconoce “pero yo ya tengo ganas de descansar”. Una pena acrecentada ya que no ha salido ningún interesado en seguir con el negocio, “en verano anuncié que me jubilaba pero no hay nadie interesado en coger el kiosco” afirma ligeramente entristecida. “El domingo cerraré la trapa para siempre, luego intentaré vender la caseta” explica.

 

Los tiempos han cambiado mucho desde que el kiosco se abrió. En 1955 el kiosco comenzó a ser regentado por Trinidad García, en 1968 se hizo cargo del negocio Gregoria Pérez, madre de Paula, y en 1991 Paula Prieto Pérez toma el testigo de manos de su madre. “La primera lo tuvo 13 años, mi madre 23 años y yo me he encargado de él 32 años, ¿cómo no me va a dar pena?” confiesa Paula.

 

Casi siete décadas en la que la vida y la sociedad ha cambiado. Es cierto que ahora se vende menos prensa (periódicos, revistas…) pero existen muchas opciones. “Es un negocio que funciona y además te da libertad sabiendo organizar, eso sí… lo suyo es tener abierto especialmente los fines de semana y fiestas” explica. “Es un trabajo de 365 días” añade.

 

Y si la sociedad ha cambiado el kiosco también. Eso sí, siempre situado en el mismo lugar en uno de los extremos de la plaza junto a la iglesia en el lado más próximo al Ayuntamiento. En un principio era una estructura “como de chapa y que se cerraba ¡con cartones!” recuerda Paula. En 1981 hubo un incendio y todo el kiosco se quemó, entonces el Ayuntamiento de Villamañán permitió a los dueños un tamaño algo mejor con lo que instalaron una estructura de mejor calidad y con más amplitud. Con la remodelación de la plaza en 2008 se aconsejó cambiar la caseta para que quedara acorde con el nuevo espacio. En aquel momento se adquirió la actual estructura con cierre automático, lavabo, aire acondicionado y toldos a los laterales.

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Durante 68 años el kiosco ha estado abierto todos los días del año. Paula hace mucho que no se va de vacaciones señala y explica que siempre que se ha ido el kiosco se ha quedado encargado a alguien. Este emblemático negocio ha contado con un fuerte carácter familiar. De hecho, Paula no tiene más que palabras de agradecimiento y gratitud hacia su hermano, Baltasar (Balta como le llaman los amigos). “El negocio es mío, pero Balta siempre ha estado a mi lado, siempre me ha apoyado y me ha ayudado en todo” relata emocionada. Paula también agradece la ayuda de su hija, Cristina, “sin ella sería imposible en fechas como fiestas”. Daba igual que lloviera, hiciera frío o pegara el calor, porque Paula y su gente siempre estaban dispuestos a atender a las necesidades de sus clientes.

 

“Ha sido difícil, pero también muy bonito” sentencia con melancolía, pero feliz, Paula “ahora voy a descansar y disfrutar”. En dos días cerrará para siempre su kiosco y en Villamañán se echará de menos un lugar emblemático.

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  • Tomás Fernández

    Tomás Fernández | Domingo, 10 de Diciembre de 2023 a las 15:08:47 horas

    Es una verdadera pena, mi infancia está ligada a El Kiosco de Paula. Y tengo recuerdos muy buenos de su padre Arturo y su madre Goya, ambos unas personas bellísimas, como toda la familia. Definitivamente Villamañán pierde un símbolo. Por otro lado, mis más sinceros deseos de felicidad para Paula en su retiro. Un fuerte abrazo para toda la familia

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