La Pastorcica ya durmió en Valderas

"Es en Valderas donde reina la alegría" canta la canción local que continúa con "y el buen humor". Pero bien podría cambiarse por "las fiestas y tradición". Y es que la localidad cuenta con un variado elenco de tradiciones y fiestas que han llegado hasta el presente en un rico patrimonio cultural.

Ayer la localidad se vistió de fiesta para celebrar la fiesta de la Cruz. Santa Cruz es festivo en Valderas y sabe a avellanas y bizcocho. En este día, los valderenses acuden hasta el Otero en romería para cumplir con la primera de las romerías. El fin de las mismas es llevar a la Pastorcica, patrona del Otero, unos días al pueblo. En su lugar, protegiendo los campos, dejan a otra Virgen traída desde el pueblo: la del Rosario.

Precisamente este curioso intercambio de Vírgenes provocaron en su día el reconocimiento de esta fiesta como de Interés Turístico Provincial. Una singularidad única que convierte a esta romería y a su complementaria en una fiesta destacable.

Y es que después de Santa Cruz tendrá lugar el Pan y Queso. La segunda romería tiene lugar el lunes después de Pentecostes o lo que es lo mismo para un valderense "al día siguente de Cuando la Virgen sube a la Altafría", un curioso Voto de Villa que perdió el nombre de Voto en el acervo popular.

Con todo, mayo arranca entre romerías y fiestas en la villa del Cea que ayer volvió a relucir con alegría en una de sus fiestas más queridas.

La jornada campestre alrededor de la ermita del Otero fue acompañada de un brillante día, aunque a media tarde la Virgen pareció querer regalar a los romeros con cuatro gotas contadas. Precisamente entre las rogativas este año la deseada lluvia.

Por la mañana los romeros, ataviados con los trajes tradicionales, acompañaron a la Cruz y a la Virgen del Rosario desde la parroquia hasta la salida del pueblo (en el Arco Santiago). Después la celebración ya continuó en el Otero donde tuvo lugar la procesión y misa. Las viandas típicas de la jornada no faltaron: el tradicional roscón de Santa Cruz

El momento más lúdico de la fiesta tuvo lugar por la tarde con juegos tradicionales a cargo de la Delegación de León de Deportes Autóctonos. Además hubo música y baile con la orquesta La Clave. El fin de fiesta llegó con la procesión de vuelta en la que los romeros dejaron a la Virgen del Rosario y se llevaron a la Pastorcica hasta el pueblo donde mora hasta el próximo día 29 de mayo.