¿Caras o cruces? La Semana Santa se juega en el Limbo

Es tiempo de procesiones, de limonadas, comer torrijas, ver clásicos como Ben Hur, pero también es tiempo de chapas. Este popular juego es típico de estas fiestas en León y otras provincias como Valladolid, Palencia, Burgos, Segovia y Zamora.  En Valencia de Don Juan, el Limbo volverá acoger este típico juego, uno de los enclaves del Sur de León  más populares para disfrutar de esta tradición.

Los ‘corrillos’ para lanzar al aire las monedas llenan de emoción, y también tradición, en estos días.  Las chapas combinan su aspecto lúdico con la tradición más íntima. Este juego tiene origen inmemorial. Sus orígenes tienen que ver con el sorteo que los soldados romanos hicieron de la túnica de Jesucristo antes de que fuera crucificado.

Una figura clave en este juego es el baratero, que es la persona que dirige el juego en cada corro y que tirará las monedas al aire. Además, suele haber un ayudante del baratero que le auxilia en las labores de control y dirección de juegos.

Se juega con dos ‘perras gordas’, es decir las monedas de 10 céntimos del reinado de Alfonso XIII. En el reverso se pinta una cruz (o aspa) para que lo presentes puedan ver con más claridad si ha caído cara o cruz (también se le llama lis).

El juego en sí es relativamente fácil. La mecánica consiste en lanzar dos monedas al aire. Con la posibilidad de que salgan dos caras o dos cruces que es lo que genera las apuestas. En el caso de que salga cara y cruz no gana nadie y se debe repetir la jugada.

Las chapas se juegan en corro, alrededor del baratero. Existe un modo concreto de lanzar las chapas, tienen que estar cruz con cruz y ser lanzadas al aire lo más vertical posible. Si al caer al suelo salen caras ganan los que han apostado por caras, y si salen cruces los que hayan optado por esta opción.

¿Caras o cruces?