La tradición de los altares regresó tras la pandemia

El Corpus Christi brilló ayer en Valderas. Aunque al principio el tiempo pareció "arrugarse" finalmente la tradicional procesión con parada en el barrio de Santiago y en el de Los Castillos se llevó a cabo. Cada altar presidido por una Virgen, la del Carmen en Los Castillos y la Virgen de la Cabecica en Santiago (junto al arco).

Los altares son montados con "mimo" por vecinas y vecinos de cada barrio que se esmeran cada año para mantener viva esta costumbre. Antes eran días grandes de fiesta y no faltaban las viandas con motivos de la ocasión. Las natillas son un postre típico de la fiesta.

Los niños de Primera Comunión acompañan en la procesión que recorrió, poco a poco, la localidad.

Costumbre en Valderas, como en otros tantos pueblos, era la de presentar a los niños nacidos durante el año en los altares para que fueran bendecidos por el Santísimo.

Esta tradición, antaño, era predecida por sendas hogueras la noche previa de los altares.