Un Pan y Queso "en capilla" a ritmo de gaitas

El Pan y Queso, una de las fiestas más queridas por los valderenses, un año más no se pudo celebrar por la pandemia. El Ayuntamiento de Valderas para animar las calles y el recuerdo de la fiesta organizó un pasacalles de gaitas que llenaron de tradición la localidad en la tarde de ayer. La esperanza de todos es que el próximo año tanto la romería del Pan y Queso, como la previa de Santa Cruz, así como el resto de las fiestas puedan celebrarse como es costumbre.

La Banda de Gaitas Sartaina puso la música a una romería atípica en la que faltó el tradicional reparto de viandas, pan y queso, en la ermita de Otero. Así reza la costumbre valderense que se remonta siglos atrás y cuya celebración cuenta con el título de Fiesta de Interés Provincial. El calendario no perdona y la celebración llega el lunes después de Pentecostés, momento en el que los valderenses llevan "de vuelta" a la Pastorcica a Otero después de haber pasado varias semanas (desde el 3 de mayo) en el pueblo. El Otero nunca queda desamparado, ya que mientras la Pastorcica permanece en Valderas, la virgen del Rosario protege el Otero.