Izquierda Unida de León local pide al Ayuntamiento de León inversiones en Puente Castro.

Carmen Franganillo, coordinadora local, declara que en esa visita se ha podido comprobar el estado de deterioro tanto del puente como de las aceras, visiblemente levantadas en la misma entrada al barrio, o el campo de fútbol, donde varias porterías en mal estado están fuera del mismo abandonadas y deterioradas, suponiendo todo esto un riesgo de caídas y accidentes para la gente que pasea cerca del río. Además, entre las quejas recogidas están la de las dificultades de acceso a varias zonas tanto para personas con movilidad reducida o carritos de bebés, la falta de fuentes en la zona sur del barrio. Todo ello en una zona con bastante población nueva. En el caso de la base del puente, el agua se ha ido llevando las piedras que se habían colocado y ha estropeado las maderas que le dan soporte, poniendo en peligro su estructura.

Izquierda Unida denuncia también que después de una importante inversión en una gran fuente, ésta ha sido abandonada. En estos  momentos la fuente se encuentra sin agua y sin luces, a medio desmantelar.

Para IU, también es fundamental retomar la conservación y puesta en valor del patrimonio de la zona, que repercutiría tanto en la ciudad como en el barrio, dinamizando la economía de la zona gracias al aumento de visitas de un barrio por el que transcurre el Camino de Santiago. El barrio leonés de Puente Castro es uno de los que mayor riqueza patrimonial atesora y, al mismo tiempo, un ejemplo de cómo la falta de inversión y de visión puede desaprovechar esos recursos de primera magnitud. Puente Castro, entrada del Camino de Santiago a León, pasa sin pena ni gloria, entre un entramado de viales y un paisaje que no invita al entusiasmo. Únicamente el Centro de Interpretación de las Tres Culturas pretende solventar este aspecto y, aunque ha ido mejorando su planteamiento y dotación, aún dista mucho del potencial que podría tener, especialmente relacionado con los vestigios que, de esas tres culturas, podemos encontrar en el entorno inmediato.

La primera de esas culturas, la Romana, tiene en el yacimiento de Ad Legionem uno de los elementos más importantes del patrimonio leonés. Un asentamiento civil de época romana, con sus calles, sus barrios, sus edificios y tabernas, que permanecen sepultadas a la espera de un vial que las encierre para siempre o del lento deterioro del tiempo, acelerado por el urbanismo. Un yacimiento de enorme potencialidad, no sólo a nivel turístico, sino también como un enclave idóneo para una Escuela de Arqueología vinculada a la Universidad de León y a las instituciones leonesas. Asimismo, no se debe olvidar el papel de conexión que ofrece el yacimiento de Ad Legionem de la cercana Lancia y el propio asentamiento legionario de León, unidos por los restos de la vía romana.

El segundo enclave lo encontramos en la Cultura Judía, con el Castro de los Judíos que da nombre al barrio y que, tras años de intervenciones arqueológicas, permanece sepultado sin ningún tipo de puesta en valor, señalización ni evidencia de una de las juderías medievales más singulares e importantes de la Península Ibérica. Un enclave que, además supone un mirador natural para contemplar la ciudad de León y que, sin embargo, permanece en una situación de abandono y olvido.

Finalmente, con referencia a la cultura Cristiana, el barrio de Puente Castro cuenta con vestigios cómo el puente medieval de acceso a la ciudad, pero también con el propio Camino de Santiago como elemento cultural de primer orden y que, sin embargo, no es aprovechado. Además este barrio está cercano a Marialba de la Ribera, una de las basílicas paleocristianas más antiguas e importantes de España y que, por el momento, permanece a la espera de un proyecto que se alarga, sin fecha.

Izquierda Unida de león local llama a las instituciones a acometer la puesta en valor de estos elementos, la conjunción de los mismos en un marco de desarrollo cultural y turístico, patrimonial e histórico, contribuirían, no sólo a potenciar y dinamizar el barrio desde el punto de vista económico, turístico y cultural, sino también a convertir la zona en un referente para definir la identidad histórica y cultural leonesa en tres de sus principales polos. Se trataría de un punto de referencia para conectar, no sólo el patrimonio de la ciudad de León, sino también un eje fundamental para conectar con el rico patrimonio de los enclaves cercanos, que permitiría tejer una red turística que dinamizase la zona.

Sin embargo, la realidad es la que es, yacimientos sepultados, centros de interpretación raquíticos, falta absoluta de conciencia patrimonial y la pérdida de una riqueza asombrosa por falta de interés y visión.