Liosa de Clemente consolida el mito de las negras en Madrigal

El día amanecía encapotado pero con una temperatura ideal (10º) para disfrutar de un día de campo en compañía de la afición galguera y de todos aquellos neófitos que año tras año, se van acercando a nuestro deporte, llamados por la curiosidad que despierta a la retina, ver dos galgos y una liebre en la campiña española.

Según fuentes oficiales, un total de 14.000 personas colmaban el teso de los Moriscos, los cuales esperan atentos el discurrir de los acontecimientos previos a la final.

En primer lugar, el reconocimiento veterinario, que se iniciaba con los galgos participantes, a las 10:30 horas y la posterior puesta en escena ante toda la afición de los dos galgos protagonistas. Se sorteaba además previamente, el collarín que portaría cada finalista. Con rojo Liosa de Clemente y con blanco Escorpión de Julio Herrera.

A las 11:20 h de la mañana, la dirección de carreras daba la orden para que la comitiva se pusiera en marcha y los protagonistas se encolleraran en busca de la ansiada rabona. Liosa se colocaría con collar rojo a la izquierda del traillero y Escorpión con blanco a la derecha del mismo. La temperatura ya se había elevado para entonces a los 15ºC, por lo que sería un factor importante a de tener en cuenta por los preparadores.

Pasaron los primeros 45 minutos sin avistar ninguna liebre y como manda el reglamento, la dirección de carreras pregunta a los propietarios se deciden continuar en el collar automático o seguir en busca del lepórido, a lo que los dos contestan continuar, pero no sin antes hidratar bien a sus galgos.

Tras una hora y 30 minutos en traílla se avista la primera liebre en la cama y tras colocarse adecuadamente para que la rabona salga clara y limpia, el juez soltador hace sonar su silbato, lo que supone para el traillero una orden inmediata de liberar a los lebreles y dar por iniciada oficialmente la competición. Tras una carrera de 1:10, los tres jueces por unanimidad declaran ganadora a la galga negra, Liosa de Clemente. Aunque la afición de la hembra se desata en vítores hacia su perra, los preparadores saben que aún no se ha ganado nada y que deben esmerarse en recuperar a sus ejemplares, uno para empatar y el otro para intentar rematar la faena.

A las 13:32 los directores nombran a los jueces actuantes y los galgos se vuelven a enganchar en el collar automático. La tensión se masca en la mano y en el cerro, donde miles de aficionados esperan expectantes la salida fulgurante de otra de las mejores liebres de España. Tras media hora, María del Carmen García Torés, Vocal de la FEG, avista la liebre en la cama y como en la primera del día todo se recoloca para dar ventaja a la liebre. En una carrera igualada de 2 minutos 34 segundos, donde la hembra se impone sobre todo al final, los tres jueces se decantan de nuevo unánimemente por el collarín rojo de Liosa, dejando la final vista para sentencia. La hembra negra de Matapozuelos acababa de inscribir su nombre en el olimpo de los galgos y había mantenido el mito de que en Madrigal ganan LAS HEMBRAS y NEGRAS.

COLLERA FINALISTA:

LIOSA DE CLEMENTE (CYL) / ESCORPIÓN DE JULIO HERRERA (AND):

1ª CARRERA: 1:10 punto para Liosa de Clemente.
2ª CARRERA: 2:34 punto para liosa de Clemente.