Las lluvias “reviven” los Prados del Carbajal

Casi de la noche a la mañana una espectacular laguna ha revivido a pocos kilómetros de Villaquejida. En la zona conocida como Prados del Carbajal o El Carbajal se localiza este humedal que ha recuperado su máximo esplendor debido a las lluvias de las últimas semanas. Aves y otro tipo de fauna pueblan estas “charcas” que han renacido después de estar prácticamente secas.

Se trata de un terreno localizado entre la autovía y Villaquejida. En esta zona, bastante húmeda por naturaleza, es bastante frecuente la formación de charcos que mantienen el agua todo el año. La escasez de agua hace que algunos de ellos estén totalmente secos, pero ahora su imagen ha cambiado por completo y derrocha vida. Numerosas aves surcan sus aguas y es variada la fauna que habita en sus orillas.

Históricamente estos terrenos siempre han rezumado agua. Hay que recordar que este paisaje ha cambiado en los últimos años con las infraestructuras de comunicación, primero la carretera que une Villaquejida y La Bañeza (el camino antiguo estaba localizado algo más al norte) y más recientemente la Autovía Benavente-León.

Sea como fuere, estos humedales encuentran su origen en las aguas que manaban de los terrenos de la zona norte y, por supuesto, del agua de lluvia.

En esa ladera norte, de la que se conoce que siempre ha rezumado agua, se tiene constancia de varias fuentes. Alguna de ellas se conserva actualmente como la de Fuente Vacas, canalizada y que se puede observar en la cuneta de la carretera. Antes de la construcción de la carretera a La Bañeza -a principios del siglo XX- las aguas de este manantial, que está canalizado, correrían ladera abajo en dirección a los Prados del Carbajal. Actualmente, las aguas no fluyen por su camino natural ya que el paso está cortado por la carretera que ejerce de barrera. En una comunicación del Ayuntamiento de Villaquejida de los años 40 del siglo pasado ya se recogía su presencia: “Fuente Vacas, para el consumo potable, máximo 100 litros por hora en enero, mínimo cero litros en agosto. Esta agua es dedicada al consumo de las gentes trabajadoras por aquellos parajes”. No obstante, el nombre de Fuente Vacas hace pensar que sus aguas fueran destinadas para las reses que pastaban en la zona. Y además de Fuente Vacas se conoce la existencia de, al menos, otro manantial también de singular nombre: Fuente Mulas.

La presencia de charcas es importante para el aumento de la biodiversidad, no sólo por su condición de humedales, sino también porque el agua que almacenan se filtra poco a poco por la tierra, ayudando a la fertilidad y riqueza del suelo. Proporcionan humedad y con el paso de los años el agua se expande bajo la tierra, mejorando el suelo y los árboles.

Un paisaje hermoso el que ofrece este humedal y que bien merece una visita.