Con motivo de las Jornadas Medievales, el Etnográfico traslada esta popular actividad a la Casa de Cultura de la localiad. Un espacio donde el Ayuntamiento y Museo concentrarán acción lúdica y didáctica. Por la mañana del sábado el espacio de San Martín acogerá diversos talleres infantiles y animación de La Pícara Justina. Además los visitantes podrán disfrutar del diorama-ambientación
de la Alcoba de las Mujeres. Ya por la tarde, será hora de las demostraciones artesanales, la pieza del mes y
el concierto presentación musical del último disco del juglar leonés Crispín D'Olot, 'Cantos de
Zanfoña'.
La guía cultural Adelina Martínez González será la encargada de explicar
a los asistentes la historia de un elemento tan apreciado y tan
característico en la sociedad tradicional. La cita, de carácter
gratuíto, será el sábado a partir de las 18:30 horas.
La pieza
Esta arca concretamente está datada a finales del
siglo XIX, siendo adquirida por el Instituto
Leonés de Cultura en el año 1971, enmarcándose tipológicamente dentro de
las denominadas arca–caja y funcionalmente como un 'Arca nupcial', o 'arca de
esponsales'.
Las arcas
nupciales podían ser de novio o de novia, disponiéndose en ellas 'la dote', dando una idea de la riqueza
familiar y el estatus social. En ellas se trasladaba, portaba y almacenaba el
ajuar nupcial en el nuevo hogar. Dentro del ajuar de novia existían objetos que
la propia contrayente realizaba previamente a lo largo de años, caso de manteles bordados, embozos de las sábanas,
tapetes, colchas, todos ellos realizados a ganchillo o bien decorados con laboriosos bordados.
El ajuar se completaba con objetos elaborados por
los artesanos locales como alfareros, carpinteros o herreros, imprimiéndoles
una decoración específica para tal ocasión como por ejemplo los cántaros de novia, donde se grababan las
iniciales de sus nombres o los sellos de
pan, etc.
La decoración en este tipo de arcas solía ser muy
profusa y elaborada, siendo en el presente objeto a base de pintura al óleo con
una iconografía relacionada con escenas del Antiguo Testamento, en relación alguna
con la fidelidad, además de otros paisajes, arquitecturas y elementos
simbólicos naturales como el sol, la luna y las estrellas.
Este elemento nos sirve de acicate para explicar
cómo eran las bodas de antaño que en la provincia de León se imprimían de 'ritos de paso' bien marcados y hoy
día casi desaparecidos por completo. Ritos que eran muy similares en todas las
comarcas, con pequeñas variaciones.
La boda no obstante era el final de un proceso
que comienza con el galanteo de los
mozos en los filandones, en las veladas nocturnas, en las fiestas patronales,
romerías, etc. Una vez que ya se hacía público el noviazgo, se efectuaba la
pedida de mano donde los padres determinan los bienes que van a aportar en
un documento llamado 'carta de dote', siendo unas semanas
antes de casarse cuando se realizaba el día
de la proclama o de las amonestaciones en la iglesia, donde éstas eran
refrendadas por otros actos públicos como la 'felicitación a los novios' o la 'comida conjunta de las dos familias'.
El día de la boda salía el novio de su casa con
el padrino y familiares y recogían a la novia de su casa para llegar a la
iglesia. Después de realizada la ceremonia eclesiástica y a continuación se efectuaba
el festín ('la comida') en una casa familiar para finalmente culminar con un
animado baile.
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