La Cañamona, esa fiesta en la que 'llueven" avellanas

La tradición volvió a cumplirse y Matanza de los Oteros cumplió con el reparto de avellanas y vino para honrar a su patrona la Virgen del Rosario, cariñosamente llamada La Cañamona. Puntualmente, a las cinco de la tarde, en la puerta de la casa de la mayordoma -este año Rocío Gómez la segunda mujer que recibe este honor los vecinos de Matanza se reunieron para recibir sus avellanas. Un reparto que solo tienen el honor de recibir los hermanos y hermanas de la cofradía que cuenta con más de 400 años de historia.

Ambiente de fiesta a ritmo de dulzaina y tamboril y el golpear de las avellanas al caer. Y es que... en el reparto es costumbre lanzar al aire -de vez en cuando- un puñado de avellanas que son recogidas rápidamente por los presentes.

Saborear las avellanas es parte de la tradición. Los más previsores disponen de un pequeño martillo de madera para romper las avellanas, otros utilizan piedras... todo para degustar el sabor de la devoción. Vino, refrescos y algún que otro dulce completan este evento que es cita obligada para vecinos, hijos del pueblo y  visitantes que acuden  a descubrir esta curiosa celebración que ostenta el título de Interés Turístico Provincial.