Cantarín y el sueño cumplido

El bosque de la ilusión era un lugar maravilloso. En el vivían gran cantidad de plantas y animales. Atravesaba el bosque un hermoso río en el que nadaban alegremente toda clase de peces. Los árboles que allí había eran tan altos y frondosos que había sitios en el bosque donde no llegaban los rayos del sol al suelo porque lo tapaban. En primavera se llenaba de flores de todos los colores.

En ese entorno vivía nuestro protagonista de este cuento. Se llamaba Cantarín y era un pequeño pájaro un poco peculiar. No tenía plumas, ni era de colores y además no podía volar, ¿sabéis por qué? Porque era de piedra. Pesaba tanto que sólo podía caminar por el suelo. Sin embargo, él era feliz porque como nació así nunca supo lo que era volar, aunque realmente su sueño era poder parecerse algún día a cualquiera de sus amigos que surcaban el cielo.

Sentía envidia de los pájaros que, de árbol en árbol, podían comer sus frutos. Un día Cantarín notó algo raro en el bosque. No había visto ningún pájaro volando, se notaba un olor raro y como una especie de niebla que lo invadía todo. De pronto vio que todos los animales corrían asustados y su amigo Rony el topo le dijo que había un incendio y que tenían que huir rápidamente.

Entonces Cantarín corrió hasta el río y allí se escondió. Como era de piedra resistió el fuego. Desde su escondite pudo ver como los hombres apagaban el fuego con medios aéreos y terrestres. Oyó que el incendio fue provocado por unos chicos que no apagaron una hoguera. El paisaje era tan triste que Cantarín no podía dejar de llorar. Lloró tanto que sus lágrimas fueron reduciendo su cuerpecillo de piedra hasta que sólo quedó un charquito de agua.

A la mañana siguiente, cuando salió el sol, aquel charquito se evaporó y subió al cielo, transformando a Cantarín en una pequeña y feliz nube capaz de sobrevolar los árboles. Se había cumplido su sueño.

Desde entonces vuela en forma de nube sobre todos los árboles del mundo descargando su agua cada vez que se produce un incendio en algún bosque.