El lenguaje de las campanas

La campana no solo toca, la campana habla e incluso cuenta historias. Un lenguaje casi olvidado en el tiempo que en Villavante luchan por conservar gracias a la Escuela de Campaneros. Ayer la localidad acogió uno de sus eventos más emblemáticos, el Encuentro de Campaneros en el que participaron más de medio centenar de campaneros.

Tañidos de campana con significado propio: a misa, a fiestas, a nube, a entierro...  Antaño los campaneros ejercían con laboriosidad su oficio, una labor que no todo el mundo era capaz de dominar. Hacía falta "mucho oído" y tener un poco de músicos, una profesión que muchas veces era heredada de padres a hijos y en la mayoría de las ocasiones era ejercida por seglares. Los avances tecnológicos condenaron a los campaneros al olvido pero aún hay quien mantiene la afición por el tañido de las campanas. Buen ejemplo el de ayer en Villavante donde se reunireon más de medio centenar de campaneros llegados de todos los puntos de la geografía española (León, Zamora, Salamanca, Palencia, Asturias, Ourense, Madrid, Guipúzcoa, Barcelona...).

Mayores, jóvenes y mujeres demostraron su arte con las campanas ante un público atento. Sorprendieron los toques de los más jóvenes que cambiaron por unos minutos sus smartphones por la cuerda de las campanas para comunicarse. Por lo general, el toque preferido por los campaneros suele ser el de fiesta al que cada uno dota de su propia firma. 

De Interés Turístico Provincial

Desde el año 1986 Villavante viene acogiendo en la torre de su Iglesia a los mayores expertos del badajo que comparten por unas horas, cada primer domingo de agosto, su arte y experiencias. Fue precisamente hace ya 30 años cuando los jóvenes de este pueblo, asociados bajo la denominación 'Guays' comenzaron a reunir distintos maestros en un genuíno concurso de campaneros. Con el paso de los años esta cita ha derivado en un encuentro que alberga a decenas de participantes y centenares de curiosos.

Esta fiesta fue declarada Manifestación de Interés Turístico por la Diputación de León en el año 2013,  teniendo en cuenta la singularidad del evento. Así, esta población se caracteriza por el empeño en la conservación de los antiguos repiques a través de una Escuela de Campaneros en la que se forman diversas personas interesadas en dicha técnica. Los miembros de ella participan en diversos recitales de campanas que se han organizado posteriormente con el fin de enriquecer sus conocimientos y dar a conocer sus actividades. Los miembros de la asociación manifiestan su satisfacción con la participación en el encuentro que cada año atrae más miradas al mismo tiempo que hacen un llamamiento a las instituciones civiles y la sociedad leonesa para que no dejen perder una fiesta tan especial.