Cuestiones relacionadas con el cierre de las unidades veterinarias

El pasado 28 de febrero, los sindicatos agrarios recibieron la propuesta, por parte de la Consejería de Agricultura, de cierre de hasta 12 unidades veterinarias y de desarrollo agrario en la provincia de León.

Concretamente, la provincia de León va a perder las unidades Veterinarias y de desarrollo agrario de Riello, Sta Maria del Páramo, Boñar y Fabero. Verían desaparecer sus unidades de desarrollo agrario Mansilla de las Mulas, Almanza, Veguellina de Órbigo, La Robla, Bembibre, Valderas y Carrizo de la Ribera

Defender el mundo rural es una prioridad en esta Comunidad, o al menos, eso anuncia la propaganda política del PP. Con este tipo de decisiones dejamos sin servicio las zonas más necesitadas. Dificultamos su labor al ganadero e impedimos la llegada de nuevos productores a estas zonas ya de por si deprimidas.

Dichas unidades no suponen más gasto que el alquiler de los locales, no supondrán perdida de empleo directo pero si indirecto. Sobre todo en la Hostelería que disfrutan tanto ganaderos como funcionarios de estas unidades. Situación que se agrava si el modelo de desarrollo de estas comarcas se tiene que fundamentar en el turismo y la ganadería. Sin embargo, aducir que en algunos casos ya estaban cerradas de facto o el hecho de que muchos ganaderos se encuentren algunas de ellas cerradas no supone una justificación para su cierre. Esta situación puede subsanarse con una verdadera reestructuración de las unidades para dotarlas de personal en un horario cercano a las necesidades de los ganaderos. Una alternativa válida sería utilizar oficinas móviles para acercar los servicios a quienes los necesitan.

El hecho de potenciar las secciones agrarias de las cabeceras de comarca y unidades veterinarias como las de Carrizo de la Ribera, Villafranca del Bierzo o Riaño. Pudiendo abrirse nuevas oficinas en La Robla, a pesar de existir una unidad veterinaria en La Pola de Gordón, deja bien a las claras que la intención de la Junta no es ahorrar, en todo caso centralizar servicios, alejarlos de los ganaderos afectados y por último perjudicar a éstos y sus explotaciones.

El caso paradigmático es Omaña y su unidad veterinaria en Riello. Esta comarca eminentemente ganadera ya empieza a estar en pie de guerra por la pérdida de su unidad veterinaria y las consecuencias que sufrirá será su troceamiento para depender de terceros como si del reparto de África se tratara. Una unidad comarcal cuyo desarrollo se fundamenta en la actividad ganadera pasará a depender de tres unidades.

Por todo lo anterior IU presenta ante la Comisión de Agricultura de Las Cortes de Castilla y León las siguientes

PREGUNTAS

¿Ha previsto la Consejería de Agricultura, como se ha explicitado en medios de prensa de la provincia de León, el cierre de unidades veterinarias y de desarrollo agrario en la provincia de León?

¿En caso afirmativo, que razones se aducen para tomar estas medidas? ¿Existe algún estudio que fundamente la necesidad de este cierre?

¿Prevé al mismo tiempo la Consejería abrir alguna nueva?

¿Considera la Consejería de Agricultura que cerrar este tipo de unidades mejora o perjudica el servicio que prestan? Al mismo tiempo, ¿Consideraría la Consejería su decisión si se demostrase más eficaz mejorar sus prestaciones poniendo más medios humanos y materiales en estas unidades?

¿Considera la Consejería una alternativa válida a estos cierres la creación de oficinas móviles que acerquen los servicios de la Junta a sus beneficiarios en mundo rural? En especial en las zonas más deprimidas y dependientes de la ganadería.