Villaornate, barro y cereal

En Villaornate la tierra lo es todo. Su tierra es fuente de su principal riqueza, los cereales, y además es su materia prima por excelencia: el barro. Kilómetros y kilómetros de fértiles llanuras cerealista florecen junto al Esla. En contraste a las despejadas tierras de la llanura sin apenas vegetación arbólea la ribera del Esla atesora choperas y alamanedad que murmuran y cantan a un río, el Esla, fuente de vida de toda una comarca.

Este paisaje de llanuras es el hogar de una variada fauna esteparia con avutardas y sisones como las especies más comunes.

El núcleo urbano se asienta en la ribera del Esla, en un ligero altozano sobre choperas que es puerta a la infinita llanura. Aquí, las construcciones típicas son las elaboradas con barro, adobe y tapial. Destacan los palomares, algunos de ellos se conservan aún en un excelente estado. Estas construcciones tan típicas del paisaje conforman un amplio catálogo en el que no aparece un palomar igual a otro... los hay de todo tipo. Los de aquí suelen estan coronados con teja arabe.

Son muchos los siglos en los que esta tierra ha estado habitada. Tanto pasado esconde que su origen se esconde en el pasado. Hay constancia de yacimientos de origen romano en un poblado ya desaparecido, pero poco se sabe de su historia más antigua.

¿Y su nombre? Parece provenir de los marqueses de Ornate que se encargaron de edificar la iglesia de la localidad. Tan agradecido estuvo el pueblo que se bautizó como Villaornate.

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