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Más de un siglo se reflejan en los ojos de Visitación del Valle Martínez. Ya son más de 100 años de aquel 6 de julio de 1914 en el que llegó al mundo.Esta vecina de Toral de los Guzmanes hoy recibe un homenaje por parte de sus vecinos con motivo de su centenario. Ella sonríe cada vez que se le pregunta cuál es su secreto mientras murmura... "yo no sé... sólo he trabajado".
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Como casi todas los habitantes de la Vega su vida ha estado ligada a la agricultura. Toda su familia y ella misma han trabajado el campo y cuidado los animales y en tiempos muy difíciles. Un siglo da para mucho, la Guerra Civil, la postguerra, años de escasez, la transición, el avance de los 90... y es que si Visitación contara todo lo que ha visto y vivido... seguro que aún se quedaría muchas cosas en el tintero.
"Me ha tocado pasar mucho" recuerda con pena Visitación, madre de seis hijos de los que ya ha enterrado a varios. Y es que la longevidad tiene sus pros pero también sus contras, y uno de ellos -seguramente el trago más difícil- es decir adiós aquellos seres queridos. La pena de los ojos de Visitación se esfuma cuando recuerda a sus bisnietos, "me quieren mucho" exclama con orgullo.
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A pesar de sus 100 años, a Visitación le gusta salir a pasear cada día. Tiene su rutina y la gusta cumplir con ella. Cada día se acerca a la que fue su casa (en la actualidad reside con unos familiares), riega sus plantas y se asegura de que todo esté en perfecto estado. Es más, nos cuenta su secreto, "me gusta dormir la siesta en mi casa". En sus paseos recuerda aquellos días en los que el burro era el medio de transporte de la localidad, en los días del baile y las risas que disfrutaba con sus amigas. El café y baile eran las principales distracciones de la localidad cuando era joven, "que bien nos lo pasábamos" asegura con una sonrisa mientras recuerda a a sus amigas y explica que los días de fiesta comían pollo de corral. Mucho han cambiado las cosas en 100 años.
Algún secreto tiene que tener Visitación. No sólo ha superado los 100 años sino que goza de un estado de salud envidiable. No toma pastillas, anda sin ayuda, oye y ve perfectamente... parece que hubiera encontrado el secreto de la longevidad. "No he estado enferma nunca, conozco los hospitales de visita" confiesa.
A pesar de sus 100 años indica "casi no se sabe" si esta vida es más sufrimiento o placer. Los años no le han dado la respuesta, pero sí la seguridad de sentirse querida y amada por los suyos. Visitación refleja en sus ojos mil historias por contar, felices y tristes, historias del día a día, relatos de otro tiempo que extraños se nos hacen... Detrás de su apariencia sosegada y tranquila, se intuye una mujer fuerte y decidida capaz de superar toda tristeza y de sacar adelante a toda su familia. Y lo sigue haciendo, Visitación transmite seguridad, fuerza, coraje y fortaleza. Toda una vida que hoy recibe un homenaje...
FELICIDADES VISITACIÓN!