La suerte ha cambiado

Nos levantamos a las siete y media desayunamos y a las nueve menos cuarto ya estaba esperándonos, ahí subida en el remolque de la grúa, con foco triste y lesionada, la llevábamos de urgencias y ella lo sentía.

El chico de la grúa era un francés muy majo al que le gustaba que le dijésemos como se decían las palabras en castellano, nieve, hielo, taller... Y él las repetía como podía, sin duda un chico muy aplicado de padre argelino al que le gustaba lo español y el Real Madrid. Nos separaban 90 kilómetros del taller y el chico nos amenizó el camino con música de Julio Iglesias en francés (yo no tenía ni idea de que el gran Julio cantase en francés, me dejó un poco impresionado).

Durante el trayecto comentamos lo a gusto que se viaja en coche -o camión en este caso-, ya no nos acordábamos de esa sensación. Vas rápido, calentito, con música, sin viento... pero... que no que no, que lo que teníamos ganas es de que la Ural volviese a la carretera.

Cuando llegamos al pueblo -que no nos acordamos del nombre- allí en la montaña, haciendo frontera con Suiza, nos asustó un poco al ver que era un pequeño taller. Pero enseguida vimos que estaba lleno de Ducatis y ahí a Pelly ya le tenían ganado jejeje

De mi corazonada solo me equivoqué en el aspecto del individuo, más parecido a Mario Bross que a Luis Aragonés, pero la frase fue la que había previsto "es este cable". 

Nos mandó ir a las doce y nos arrancó la moto. Pero no estaba lista, le faltaba de poner los dos tornillos del foco y nos dijo que fuésemos a comer y que volviésemos para las tres. Porque de doce a dos cerraba el taller. A las dos ya estábamos allí, esperando a que abriese. Abrió, puso los dos tornillos en un minuto y la moto estaba lista. No lo podíamos creer, nos retrasó dos horas porque sí.... Pero bueno, pensando en positivo, este taller tenía el cable que necesitábamos, si esto nos ocurre en un taller de España, la moto queda ahí dos semanas (no quiero acordarme de las piezas que pedimos a Austria... y dudo que hayan llegado).

El del taller nos dijo que ese cable no suele fallar nunca en la vida de la Ural, pero nos tocó a nosotros, para poder dar un poco de chispa al viaje.

A las tres arrancamos cara al sol, y el GPS nos llevó por carreteras comarcales, locales, vecinales, caminos de cabras... Todo ello con la Ural alumbrando a la luna y con los coches que venían de frente dándonos largas continuamente (y es que la Ural es muy chula y va con la cabeza bien alta jajajaja).

La verdad es que fue un poco peligroso, pero como ya pasó, lo recordamos con risas. A todo esto se sumó un viento muy fuerte en la última hora de la etapa, que nos hacia tambalearnos en la carretera

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Llegamos a las diez y media al hotel en Clermont Ferrand, nos hemos hecho 450 kilómetros y casi todos de noche. Llegamos muy cansados como para salir a cenar, así que sacamos el pan de Manganeses que sigue tierno como el primer día (con más de una semana) y le dimos al embutido leones mientras recordábamos las anécdotas del día.

Lo mejor del día según Pelly han sido varias cosas: el chico de la grúa, el taller, la comida, el paseo, la charleta por el pueblin, para mi lo mejor sin duda alguna ha sido volver a dormir la siesta en la galocha, hoy he dormido de verdad. Pelly ha temido en algún momento que me cállese a la carretera jajaja.

Hoy era un día para que saliese todo bien porque Pelly con las prisas de la mañana se dejó las llaves de la moto y de los candados encima del remolque y después de los 90 kilómetros habiendo subido un puerto con bastante pendiente, los baches de la carretera, los badenes etc cuando han bajado de la grúa las llaves seguían ahí. "La suerte ha cambiado".

Pelly está mosqueado con los mensajes que ha recibido criticando el que hubiese lavado la moto y como ese no fue el motivo de la averia, quiere daros las gracias por las críticas jajaja. (No lo ha dicho exactamente así, pero yo lo traduzco para los que no sabéis francés ni hebreo jajaja).

Bueno ahora a descansar que mañana queremos cruzar la frontera, la intención es llegar a San Sebastián. Son más de 640 kilómetros a una media de 60 km/h dan un total de muchísimas horas de conducción y de siestas, (para un piloto esto no es nada jijiji).  

Si el clima lo permite bajaremos con la Ural a la playa de la Concha para hacerla una foto de postal jejeje.

Dustan

PD: desde el país vecino hoy quería saludar a toda la gente que nos lee y en especial a la gente de mi curro que se que leen esta crónica por las mañanas y muchos de ellos me mandan mensajes de ánimo, para saber que tal nos va, e incluso para vacilarnos. Un abrazo muy fuerte para todos. Agur eta ohore!!