Ana Atienza Trueba, participante del Proyecto de Cooperación con Finlandia de Adescas
"En Finlandia encuentras muchas similitudes con la vida en España"
Leonsur Digital ha tenido la oportunidad de hablar con la 'embajadora' valderense en Finlandia, Ana Atienza Trueba, gracias al proyecto de cooperación internacional en el que participa el Grupo de Acción Local Adescas.
![[Img #4522]](upload/img/periodico/img_4522.jpg)
Ana Atienza Trueba ha ejercido de ‘embajadora’ en Finlandia,
el país de los mil lagos. Esta valderense de 17 años estudia primero de
bachiller de Humanidades en el instituto Octaviano Andrés de su localidad
natal. El sueño de Ana es estudiar Traducción e Interpretación, "me
encantan los idiomas, sobre todo el inglés y en mis ratos libres intento
aprender nuevos idiomas de forma online". Además Ana tiene tiempo para
hacer lo que más le gusta, como quedar con sus amigos, tocar la
guitarra, escuchar música, escribir... Acaba de regresar del viaje y para ella “la
experiencia ha sido increíble, muy positiva”.
Reconoce que en un principio pensaba que en Finlandia todo
sería muy distinto, “pero cuando llegas allí encuentras muchas similitudes con
la vida en España” concluye. No obstante “algunas cosas eran diferentes
como los horarios de las comidas, la edad con la que comienzan la escuela o su forma
de tratar algunos temas” comenta Ana.
Antes de viajar a Finlandia, la valderense conocía muy poco
de Finlandia. “Sólo sabía lo que se comenta en los telediarios, algún
documental que había visto… por lo que tuve que informarme bien para la prueba”
admite.
A su llegada Ana vio a los finlandeses “todos rubios, de
ojos azules y piel clara”. En la forma de ser, comenta que parecían vergonzosos
y antipáticos, pero “en cuanto hablas un poco con ellos son muy simpáticos y
educados”. “Tuvimos mucha suerte porque todos los finlandeses que convivieron
con nosotros eran muy agradables y hemos hecho muchos amigos con los que
ahora mantenemos el contacto a través de las redes sociales”.
Del viaje ha descubierto muchas cosas. La comida le
sorprendió gratamente, “en general estaba toda buenísima” subraya. “Probamos
cosas nuevas como la carne de reno o las hojas de trébol, cosas que la verdad
nunca piensas que vas a probar”. La comida no fue lo único que sorprendió a Ana
de su experiencia en Finlandia; otras costumbres finlandesas como andar siempre
descalzos o usar la sauna todos los días llamaron la atención de Ana y el resto
de los integrantes de la expedición. “Nosotros también disfrutamos de la sauna
todos los días” comenta entre risas. Pero no sólo eso, Ana conoció el sistema
educativo en el que comienzan a estudiar a los 7 años y los centros ofrecen
gran variedad de asignaturas. “También me llamó mucho la atención, que en las
Iglesias protestantes las mujeres puedan ser curas o que en las zonas rurales,
como en la que estuvimos nosotros, existan distintos medios y servicios
sanitarios a pesar de la distancia entre la zona rural y la ciudad” continúa
explicando.
Una oportunidad única
Ana ha podido viajar a Finlandia gracias a un proyecto en el
que participa Adescas. El Grupo de Acción Local organizó un concurso para
elegir a dos jóvenes para viajar hasta allí. Ana recuerda que cuando conoció el
resultado del certamen sintió mucha alegría a pesar de que era consciente de que podía ser rechazada en la selección. La
experiencia para Ana ha sido totalmente satisfactoria, “creo que es muy
recomendable para aprender a demostrar lo que sabes, algo que es bueno para tu
futuro”. “Por supuesto que repetiría, sin pensármelo”.
En un futuro a Ana la encantaría conocer otros países, nuevos
idiomas y nuevas personas y por supuesto volver a Finlandia algún día. Pero por
el momento, el próximo objetivo es intentar realizar otro intercambio cultural
el año que viene con las mismas personas de España y de Finlandia pero aquí en
España.
“Todo ha sido muy bueno en este viaje: la gente, el lugar,
las actividades... pero sobre todo las personas, ya que todos pusimos de
nuestra parte para llevarnos bien desde el principio y eso ha hecho que
pasáramos tantos buenos e inmejorables momentos que nunca vamos a olvidar y que
seguiremos recordando durante un tiempo, ya que continuamos
manteniendo el contacto desde que terminó el viaje. Si algo malo se
puede decir del viaje, es lo corto que ha sido, ojalá hubiéramos podido
compartir más tiempo juntos” finaliza Ana.
Ana Atienza Trueba ha ejercido de ‘embajadora’ en Finlandia, el país de los mil lagos. Esta valderense de 17 años estudia primero de bachiller de Humanidades en el instituto Octaviano Andrés de su localidad natal. El sueño de Ana es estudiar Traducción e Interpretación, "me encantan los idiomas, sobre todo el inglés y en mis ratos libres intento aprender nuevos idiomas de forma online". Además Ana tiene tiempo para hacer lo que más le gusta, como quedar con sus amigos, tocar la guitarra, escuchar música, escribir... Acaba de regresar del viaje y para ella “la experiencia ha sido increíble, muy positiva”.
Reconoce que en un principio pensaba que en Finlandia todo
sería muy distinto, “pero cuando llegas allí encuentras muchas similitudes con
la vida en España” concluye. No obstante “algunas cosas eran diferentes
como los horarios de las comidas, la edad con la que comienzan la escuela o su forma
de tratar algunos temas” comenta Ana.
Antes de viajar a Finlandia, la valderense conocía muy poco de Finlandia. “Sólo sabía lo que se comenta en los telediarios, algún documental que había visto… por lo que tuve que informarme bien para la prueba” admite.
A su llegada Ana vio a los finlandeses “todos rubios, de ojos azules y piel clara”. En la forma de ser, comenta que parecían vergonzosos y antipáticos, pero “en cuanto hablas un poco con ellos son muy simpáticos y educados”. “Tuvimos mucha suerte porque todos los finlandeses que convivieron con nosotros eran muy agradables y hemos hecho muchos amigos con los que ahora mantenemos el contacto a través de las redes sociales”.
Del viaje ha descubierto muchas cosas. La comida le sorprendió gratamente, “en general estaba toda buenísima” subraya. “Probamos cosas nuevas como la carne de reno o las hojas de trébol, cosas que la verdad nunca piensas que vas a probar”. La comida no fue lo único que sorprendió a Ana de su experiencia en Finlandia; otras costumbres finlandesas como andar siempre descalzos o usar la sauna todos los días llamaron la atención de Ana y el resto de los integrantes de la expedición. “Nosotros también disfrutamos de la sauna todos los días” comenta entre risas. Pero no sólo eso, Ana conoció el sistema educativo en el que comienzan a estudiar a los 7 años y los centros ofrecen gran variedad de asignaturas. “También me llamó mucho la atención, que en las Iglesias protestantes las mujeres puedan ser curas o que en las zonas rurales, como en la que estuvimos nosotros, existan distintos medios y servicios sanitarios a pesar de la distancia entre la zona rural y la ciudad” continúa explicando.
Una oportunidad única
Ana ha podido viajar a Finlandia gracias a un proyecto en el que participa Adescas. El Grupo de Acción Local organizó un concurso para elegir a dos jóvenes para viajar hasta allí. Ana recuerda que cuando conoció el resultado del certamen sintió mucha alegría a pesar de que era consciente de que podía ser rechazada en la selección. La experiencia para Ana ha sido totalmente satisfactoria, “creo que es muy recomendable para aprender a demostrar lo que sabes, algo que es bueno para tu futuro”. “Por supuesto que repetiría, sin pensármelo”.
En un futuro a Ana la encantaría conocer otros países, nuevos idiomas y nuevas personas y por supuesto volver a Finlandia algún día. Pero por el momento, el próximo objetivo es intentar realizar otro intercambio cultural el año que viene con las mismas personas de España y de Finlandia pero aquí en España.
“Todo ha sido muy bueno en este viaje: la gente, el lugar, las actividades... pero sobre todo las personas, ya que todos pusimos de nuestra parte para llevarnos bien desde el principio y eso ha hecho que pasáramos tantos buenos e inmejorables momentos que nunca vamos a olvidar y que seguiremos recordando durante un tiempo, ya que continuamos manteniendo el contacto desde que terminó el viaje. Si algo malo se puede decir del viaje, es lo corto que ha sido, ojalá hubiéramos podido compartir más tiempo juntos” finaliza Ana.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.99