Lleno total en la iglesia para presenciar la pastorada

El reto no era fácil. Montar una pastorada en estos tiempos es tarea complicada. Sin embargo, el reto se superó, y con creces. Es cierto que se contaba con una gran ventaja: tener a disposición un experto conocedor de la pastorada tradicional, Isaac Fernández. Y otra ventaja, no menor, la ilusión de un numeroso grupo de vecinas y vecinos, con ganas de recuperar esta antigua tradición. El resultado ha merecido el elogio general de la concurrencia.

El eco de la tradición de las pastoradas, particularmente de la última celebrada en 1985, trasmitido de generación en generación, creó en Villaquejida una gran expectación por contemplar la que el 23 de diciembre de 2018, después de 33 años, se volvía a representar. Media hora antes del comienzo, al repique de campanas, comenzó a acudir el público a la iglesia. Pronto se ocuparon los bancos, el coro, los laterales; cualquier rincón era bueno para poder presenciar el acontecimiento.

La expectación no defraudó. Bajo la acertada dirección de Isaac Fernández Combarros, que también dirigió la última pastorada celebrada y participó como actor en otras anteriores, la representación mantuvo el interés a lo largo de toda la obra. Con unas partes recitadas y otras, las más numerosas, cantadas, con la escenificación del almuerzo, la aparición del ángel y la entrega de las ofrendas, el acto adquiere suficiente variedad para que el público disfrute en todo momento.

Felicitamos efusivamente a todos los actores y actrices por su excelente actuación. Todos, desde el niño de meses, que representaba al Niño Jesús, hasta el director, de ochenta y tantos años, pasando por distintas edades intermedias, todos nos ofrecieron un bello espectáculo. Gan mérito tienen el trabajo y la ilusión que han puesto. ¡Enhorabuena!

Y también el público merece un aplauso, por su numerosa presencia y por su atento seguimiento de la obra.