Será el 23 de diciembre
Villaquejida recupera la tradición de La Pastorada
Después de 33 años -la última celebración fue en 1985-, el próximo domingo 23 de diciembre, a las diez de la noche, se representará de nuevo la Pastorada en la iglesia parroquial de Villaquejida, bajo la dirección de Isaac Fernández Combarros, antiguo pastor y actor y director en anteriores representaciones.
Una copia de la pastorada de Villaquejida, incluida la partitura musical de algunos de sus pasajes, fue incluida en la recopilación de cantos populares religiosos de tradición oral realizada por Miguel Manzano: “Cancionero Leonés. Volumen Tercero. Tomo I” (1991).
Isaac Fernández Combarros, colaborador destacado de las últimas pastoradas representadas en Villaquejida, nos habla de sus recuerdos. El texto de la última pastorada representada en Villaquejida es una versión que trajo la maestra Dª Manuela Gallego Gorgojo a finales de los años cuarenta, de alguno de los pueblos donde había estado ejerciendo. La pastorada no se hacía todos los años, sólo cuando un pastor ofrecía, por cualquier especial circunstancia, una cordera. Se celebraba en la iglesia, al terminar la misa de gallo de Navidad.
En aquella época no era difícil encontrar gente dispuesta a participar en la representación. Salvo el coro de mozas, que solían ser las que mejor cantaban del pueblo, los demás actores eran pastores; representaban, por tanto, su propio oficio. El Ángel era representado por un niño de bonita voz. Se colocaba en el camerino del altar mayor. Cuando aparecía, vestido de blanco, se apagaban las luces, y él mismo iluminaba su figura con una linterna. El pastor que donaba la cordera la llevaba acuestas, ricamente adornada.
No había un lugar fijo para los ensayos. Las casas particulares, de quien los dirigía o de quien ofrecía la cordera solían ser el local más habitual. Los ensayos de la última pastorada se hicieron en el centro parroquial. Ensayaban todas las noches, después del trabajo, durante un mes y pico. El vestuario de los pastores era el típico del oficio por aquel tiempo: zamarra, zamarrín, zahón, zancos de madera, leguis, zurrón y cacha. Las mozas del coro iban vestidas a estilo tradicional, largas faldas y pañuelo en la cabeza.
“¿Volverá alguna vez el pueblo de Villaquejida a representar la pastorada?”, se preguntaba en un artículo publicado en diciembre de 2014 en la revista local EL PUENTE sobre esta antigua tradición. Pues ya tenemos la respuesta: un numeroso grupo de vecinas y vecinos de Villaquejida, dirigidos por Isaac Fernández Combarros, se han armado de valor y ganas, y ya tienen a punto el montaje de la pastorada. El domingo 23, a las diez de la noche, será la actuación.
Después de 33 años -la última celebración fue en 1985-, el próximo domingo 23 de diciembre, a las diez de la noche, se representará de nuevo la Pastorada en la iglesia parroquial de Villaquejida, bajo la dirección de Isaac Fernández Combarros, antiguo pastor y actor y director en anteriores representaciones.
Una copia de la pastorada de Villaquejida, incluida la partitura musical de algunos de sus pasajes, fue incluida en la recopilación de cantos populares religiosos de tradición oral realizada por Miguel Manzano: “Cancionero Leonés. Volumen Tercero. Tomo I” (1991).
Isaac Fernández Combarros, colaborador destacado de las últimas pastoradas representadas en Villaquejida, nos habla de sus recuerdos. El texto de la última pastorada representada en Villaquejida es una versión que trajo la maestra Dª Manuela Gallego Gorgojo a finales de los años cuarenta, de alguno de los pueblos donde había estado ejerciendo. La pastorada no se hacía todos los años, sólo cuando un pastor ofrecía, por cualquier especial circunstancia, una cordera. Se celebraba en la iglesia, al terminar la misa de gallo de Navidad.
En aquella época no era difícil encontrar gente dispuesta a participar en la representación. Salvo el coro de mozas, que solían ser las que mejor cantaban del pueblo, los demás actores eran pastores; representaban, por tanto, su propio oficio. El Ángel era representado por un niño de bonita voz. Se colocaba en el camerino del altar mayor. Cuando aparecía, vestido de blanco, se apagaban las luces, y él mismo iluminaba su figura con una linterna. El pastor que donaba la cordera la llevaba acuestas, ricamente adornada.
No había un lugar fijo para los ensayos. Las casas particulares, de quien los dirigía o de quien ofrecía la cordera solían ser el local más habitual. Los ensayos de la última pastorada se hicieron en el centro parroquial. Ensayaban todas las noches, después del trabajo, durante un mes y pico. El vestuario de los pastores era el típico del oficio por aquel tiempo: zamarra, zamarrín, zahón, zancos de madera, leguis, zurrón y cacha. Las mozas del coro iban vestidas a estilo tradicional, largas faldas y pañuelo en la cabeza.
“¿Volverá alguna vez el pueblo de Villaquejida a representar la pastorada?”, se preguntaba en un artículo publicado en diciembre de 2014 en la revista local EL PUENTE sobre esta antigua tradición. Pues ya tenemos la respuesta: un numeroso grupo de vecinas y vecinos de Villaquejida, dirigidos por Isaac Fernández Combarros, se han armado de valor y ganas, y ya tienen a punto el montaje de la pastorada. El domingo 23, a las diez de la noche, será la actuación.

































GUILLERMO | Miércoles, 19 de Diciembre de 2018 a las 16:22:31 horas
Sería un detalle muy importante para los que no lo podemos disfrutar in situ que alguien lo grabara y pudiéramos verlo después mediante algún enlace .....
yo hace unos 65 años que la vi ....
Animo y gracias por recuperar tradiciones tan bonitas
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