El ciervo y su hábitat destruido

Había una vez, un ciervo que se llamaba Pepito. Vivía en el bosque, con los árboles, los pájaros... Pepito se iba a ver a su familia todos los veranos, ya que vivía en un bosque no muy cercano. Él siempre se despedía como si no les fuese a ver más.


Les quería tanto que eran como sus hermanos. Siempre que regresaba les traía una caja de bombones.


Un año, cuando se fue a ver a su familia, les compró una cajita de pastas y de bombones. Cuando volvió, muy contento de volver a ver a sus amigos, no había nadie. -¡Chicos! ¡Hola, soy yo vuestro amigo Pepito!, ¿ya no os acordáis? -¿¡Quereís jugar al escondite?!

Pepito se dio cuenta de que había unos señores con unos camiones rojos y unos tubos muy largos que echaban agua. Un gran incendio había destruido su hábitat. El ciervo se puso muy triste, ahora ¿qué iba a hacer? Pues no tenía nada, ni amigos, ni hábitat. Se dio cuenta de que los humanos habían tirado basura, colillas, habían hecho fuego para comer... Muy triste, se fue a buscar a otro bosque donde pudiera encontrar nuevos amigos. Pero de repente oyó: -¡Pepito! ¡Espera!

Pepito pensaba que era su imaginación y eran sus amigos. Estaban un poco chamuscados pero vivos. Y encontraron otro sitio que se llamaba Castrocontrigo. Allí fue donde se refugiaron los amigos, para volver a estar todos juntos otra vez. Pasaron momentos buenos y momentos malos, pero se tuvieron que ir otra vez, pues hubo otro incendio. Los amigos, ya hartos de marcharse a otro sitio, decidieron irse para la ciudad, León. Vieron cosas muy bonitas, pero no les gustó. Así que se fueron para un sitio donde no les molestaba nadie.

Allí vivió con sus amigos para siempre y les dio las pastas y los bombones. Allí sí que se lo pasaron bien. Y ¿sabeís?, ese sitio nadie lo conocía, nadie lo encontró, era un sitio mágico. Y estaba en...

TERCER PREMIO
Patricia Rodríguez Fernández tiene 11 años
CRA Villamañán
Villamañán
Educación Primaria

(Tercer Ciclo)