Alma valderense por los cuatro costados

Valderense por los cuatro costados. Así es Alberto. Uno de esos vecinos que hace grande Valderas y siempre intenta buscar "lo bonito" de la villa de sus amores. Alberto es peluquero de profesión pero tiene muchos hobbys, entre ellos la imagen y la fotografía. En las redes sociales Alberto es uno de los "habituales" que suele mostrar la belleza de los atardeceres desde la Altafría, además de imágenes de rincones de toda la localidad. Entre esas imágenes, muchas, muy curiosas y todas "con historia".

La semana pasada Alberto expuso una colección de esas imágenes que muchas veces "capta" cuando la mayoría de los valderenses reposa en sus casas. Una colección cargada de alma valderense, ese sentimiento que sabe encontrar siempre el punto más hermoso de la villa.

Atardeceres y reflejos -que le encantan- fueron grandes protagonistas de esta colección fotográfica que también contaba con imágenes curiosas, como la que el propio Alberto ha bautizado "la Estación". "La Estación" que ve Alberto en unos soportales de la Plaza Ramón y Cajal y que abrió el enigma sobre las "misteriosas vías" que aparecían. "Alguno fue a "buscarlas" pero no las encontró" explica Alberto. Y es que... hay fotos curiosas que para mí son enigmas. Fotos "al juego" con las perspectivas. Y todo cambia "depende como lo mires". Las "vías" estaban y están... tan solo hay que saber mirar.

Una colección pictográfica de Valderas curiosa y con dobles sentidos. Así es Valderas. Diferente y única, y -no en pocas ocasiones- complicada. Tierra heróica y de pasado ilustre se alza orgullosa en su cerro sobre el Cea. Un pecado habitual de los valderenses es no apreciar lo propio -ni lo del vecino- por lo que muchas veces se menosprecia todo el valor de Valderas. Como un antídoto contra este mal endémico hay personas como Álberto que se convierten en auténticos valedores del "querer valderense". 

Además de esta exposición fotográfica, Alberto presentó un vídeo "resumen" de un año de vida en la villa -dejando tormentosos capítulos fuera- con el fin de "promocionar" los encantos valderenses y recordar a los propios habitantes de esta tierra el gran valor de lo propio y que muchas veces no valoran.

No siempre se es profeta en la tierra de uno, por lo que Alberto se mostró muy emocionado en la proyección del vídeo con un auditorio repleto y recordó a todos "que el alma valderense no nos la quiten nunca".